Arrecife y Puerto del Carmen se repartieron ayer el carnaval, aunque la fiesta fue más multitudinaria en la zona turística del municipio de Tías, donde se celebró el coso con la participación de una veintena de carrozas y alrededor de veinte agrupaciones entre las tradicionales, murgas, comparsas y batucadas, a lo que se sumaron miles de turistas que pasan sus vacaciones en la zona.

La capital despidió su carnaval manriqueño a lo grande, con música y la Feria de la Tapa. Acustik, Bourbon, Danza Invisible, Treintytantos, Mikel Erentxu y Orishas formaron parte del cartel musical de Arrecife desde el mediodía y hasta la media noche en el denominado Sábado de Piñata. De esa manera la ciudad ganó este año un día más de jolgorio y mascaritas desde que comenzaron los festejos el pasado 22 de febrero.

Francisco Javier Marín aseguró desde su puesto de repostería casera La Extremeña que "iniciativas como la de hoy dan más vida a Arrecife y así la gente no tiene que marcharse hasta otro lugar a divertirse". No obstante, apreció "bastante menos gente" que la Feria de la Tapa de la semana anterior. "A la seis de la tarde ya no me quedaba nada que vender y hoy [por ayer] tengo todavía más de la mitad de la repostería que traje y eso que hicimos menos", afirmó.

Quienes no se lo pensaron dos veces para acudir disfrazados la pasada jornada hasta el parque José Ramírez Cerdá fueron los amigos Teresa Muriel, Lorena Rodríguez, Sara Martínez y Jader Restrepo. Lo hicieron caracterizados de túnel de lavado de coches. "Nos quedamos en Arrecife y así no cogemos el coche para ir a otro sitio. Ha sido un acierto", señaló Teresa.

Juan Carlos Hernández, su pareja, Yurena Camacho, y la mejor amiga de esta, Isabel González, fueron de los más originales en Arrecife. Se disfrazaron de ancianas acomodadas en un sillón individual, con el que incluso viajaron a Tenerife el fin de semana pasado y en el que no les faltó el mando de la televisión, una revista del corazón y las dos agujas para hacer punto. Como si estuvieran en el salón de su casa.

El Ayuntamiento de Arrecife cifró en más de 15.000 el número de personas que pasaron a lo largo todo el día de ayer por el Sábado de Piñata. La alcaldesa y concejala de Festejos, Eva de Anta, y el concejal de Medio Ambiente, Tomás Fajardo, se acercaron a disfrutar de los conciertos y a saludar a los distintos grupos que actuaron.

De Anta destacó “la profesionalidad de todos los grupos y el civismo de todas las personas que acudieron al evento, con un respeto absoluto por la ciudad y una alegría que Arrecife merece. El Sábado de Piñata, organizado por los departamentos de Festejos y Turismo, ha sido una novedad este año y por las cifras obtenidas creo que debe consolidarse”, ratificó la alcaldesa de la ciudad.

A su vez agradeció la implicación, trabajo y esfuerzo de cada uno de los trabajadores de la corporación para que las carnestolendas de Arrecife fuesen todo un éxito en participación.

“El Carnaval Manriqueño no hubiese sido posible sin la buena coordinación entre los departamentos de Festejos, Turismo, Vías y Obras, Tráfico y Movilidad y Limpieza, desde los cuales, cada uno de sus trabajadores y trabajadoras, han hecho un trabajo incansable para que todo saliese perfecto. No me olvido de Policía Local, Nacional, Servicios de Emergencias, Emerlan, Protección Civil, Cruz Roja y cada una de aquellas personas que de alguna forma han ayudado a que el Carnaval de Arrecife recupere la esencia de esta fiesta con la mayor seguridad”, destacó la alcaldesa.

Añadió que el balance del carnarval manriqueño “ha sido positivo, con dos Carnavales Porteños con récord de asistencia”, una apuesta que la responsable de Festejos espera consolidar, en especial el Sábado de Piñata, que se convirtió anoche en una fiesta en las calles de la ciudad.

Desde Los Pocillos

Aún con la resaca del exitoso concierto de Carlinhos Brown de la noche anterior, Puerto del Carmen celebró un desfile de cine, la fantasía municipal de este año. Si Arrecife alargó el carnaval un día más, Puerto del Carmen hizo lo propio con el recorrido del coso, que partió por primera vez de la zona de Los Pocillos y así amplió en un kilómetro su recorrido hasta el hotel Fariones.