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Patrimonio | El pasado insular (III)

La primera ciudad europea del Atlántico

La conquista del archipiélago canario se inició desde el asentamiento de San Marcial del Rubicón l La ULL y la ULPGC investigarán la zona tras 31 años sin intervención

Cruz que señala donde estuvo la iglesia de San Marcial. LP/DLP

El yacimiento arqueológico de San Marcial del Rubicón, junto a las playas de Papagayo (Yaiza), es único en Canarias. Los historiadores lo han identificado como el primer asentamiento europeo permanente desde el que se inicia el proceso de exploración y conquista del archipiélago canario, en 1402. En él se han documentado elementos materiales de la cultura europea, junto a otros propios de las formaciones sociales aborígenes, que han sido objeto de investigaciones puntuales. El espacio, de alto interés patrimonial, alberga la torre-fortaleza, al menos cuatro pozos, una zona de hábitat, un área fabril, el sector de la iglesia, la necrópolis y la zona aborigen.

El lugar será objeto a partir del próximo mes de junio de una nueva etapa investigadora después de 31 años sin actuaciones para ahondar en su conocimiento. La Universidad de La Laguna (ULL) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), que firmaron un convenio el 18 de octubre de 2018 con la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias para llevar a cabo la investigación, ya tienen los permisos previos para solicitar ante la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ejecutivo regional la autorización para la actuación arqueológica y comenzar este mismo año con la intervención de carácter integral. La misma abarcará desde el trabajo de campo en sí hasta la protección, conservación, adecuación y difusión de la primera ciudad europea del Atlántico Sur.

El hecho de que el yacimiento esté ubicado en el Monumento Natural de Los Ajaches, espacio natural protegido, cerca de la costa, en terrenos de propiedad del Ayuntamiento de Yaiza e incoado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2004 por el Cabildo de Lanzarote como Zona Arqueológica, ha requerido contar con varios informes y autorizaciones, entre ellos los de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico y del Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, el Ayuntamiento de Yaiza y la Demarcación de Costas de Canarias, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. El pasado miércoles, Medio Ambiente dio el visto bueno al proyecto, aunque las universidades han solicitado que se les permita el uso de un dron, habitual en este tipo de investigaciones, petición que se prevé sea aceptada.

Las primeras noticias sobre el redescubrimiento de este yacimiento se deben a Antonio María Manrique, quien dio a conocer un conjunto de unidades arquitecturales tras su visita a la zona en 1880. Sin embargo, las intervenciones arqueológicas no se iniciaron hasta la segunda mitad del siglo XX. El profesor Elías Serra Ràfols comenzó a realizar en 1959 una prospección arqueológica del lugar en compañía de Miguel Tarquis García. De esa primera labor salió la planificación de una intervención arqueológica directa que se desarrollaría en los meses posteriores. Serra Ràfols ya había manifestado en diferentes artículos su interés por los lugares betancurianos y esta actuación le permitió documentar, en colaboración con su hermano, el arqueólogo José de Calasanz, las referencias de la crónica Le Canarien sobre la conquista betancuriana, recordaron María Esther Chávez, profesora doctor titular de Arqueología de la ULL, y María del Cristo González, profesora contratada doctor de Historia Medieval de la ULPGC, directoras científicas del equipo que hará los trabajos en El Rubicón.

Las historiadoras añadieron que "en la década de los años 80 del siglo pasado Juana Hernández dirigió una campaña de limpieza en la zona, a instancias de la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias. A esa actuación se sumó el Proyecto de Investigación Arqueohistórico desarrollado por los profesores Antonio Tejera y Eduardo Aznar con las campañas arqueológicas de 1986 y 1988", las últimas ejecutadas hasta la fecha.

Catedral de la diócesis

A partir de 1988 las acciones se han limitado a cubrir los pozos para evitar la acumulación de basuras en su interior que depositaban los usuarios de la playa cercana, o bien para destaparlos en momentos puntuales, limpiarlos y aplicar medidas de protección, tanto en los pozos como en otras unidades del yacimiento, indicaron Chávez y González. Además, se desvió y limitó el tráfico rodado y de peatones, muy abundante en las décadas de los 80 y 90. En la actualidad la circulación ha desaparecido, pero los usuarios de la playa siguen transitando por encima de los débiles restos de la torre que aún se conservan.

En San Marcial del Rubicón, rememoraron Chávez y González, "constituyeron su primer asentamiento estable las huestes comandadas por los capitanes franco-normandos Gadifer de la Salle y Jean de Bethencourt. Destacaron que "el lugar acoge el escenario privilegiado de los acontecimientos que relata la primera crónica europea conocida en el Atlántico, Le Canarien".

Según recogen los autores de Le Canarien, "los clérigos Pierre Boutier y Jean Le Verrier, los conquistadores normando-poitevinos habrían alcanzado con sus embarcaciones la Playa de las Coloradas, tras su paso por La Graciosa, en los primeros días del mes de julio de 1402, eligiendo la desembocadura del Barranco del Pozo para establecer su asentamiento y emprender así la conquista de la Isla".

Tras la bula papal de Benedicto XIII, de 7 de julio de 1404, el enclave se convirtió en la primera ciudad europea fundada en el Atlántico, pasando su iglesia bajo la advocación de San Marcial a erigirse en catedral de la diócesis Rubicense.

La catedral de San Marcial de Rubicón tuvo una vigencia de 78 años, desde 1407 hasta 1485, cuando su sede se traspasó a la isla de Gran Canaria, a petición del que fuera el último responsable del episcopologio rubicense, el obispo Juan de Frías, detallaron las historiadoras. Es a partir de entonces cuando el enclave inició su decadencia, constatada por los viajes que realizó André Thevet hacia mediados del siglo XVI, quien mencionó en su Islario (1586), las ruinas y cimientos del castillo de San Marcial de Rubicón. Más tarde, en 1583, la iglesia fue derruida por la tripulación de los navíos ingleses Pleasure y Mary Fortune para reutilizar la madera del tejado y del altar.

Pese a la ruina de ese enclave arqueológico, la población local cercana a la zona mantuvo la memoria del mismo y siguió haciendo uso de los pozos para aprovisionarse de agua o abrevar su ganado. Asimismo, el recuerdo de la localización del antiguo templo dedicado a San Marcial se mantuvo por la erección desde antiguo de una cruz de madera que ha señalado su ubicación hasta la actualidad.

Los estudios realizados hasta ahora han confirmado los vestigios de la primera ciudad europea del Atlántico, pero existe un debate en cuanto a la autoría y cronología de los puntos de agua de este asentamiento, aseveraron las historiadoras. La diferente factura de sus pozos ha llevado a plantear su preexistencia a la llegada de las huestes normandas a la zona. De ahí que el objetivo prioritario del nuevo proyecto sea "poder dar respuesta a este debate y contemplar entre las primeras actuaciones las que sean necesarias para contribuir a despejar las dudas que existen acerca de la cronología y autoría de las diferentes unidades constructivas localizadas en la zona arqueológica de San Marcial de Rubicón", revelaron Chávez y González.

Se trata, entre otros aspectos, de poner especial énfasis en aspectos cronológicos, características técnicas de las obras, búsqueda de otros vestigios de los que se tienen noticias y que permanecen ocultos y estudio de los eventuales repertorios materiales que pudieran exhumarse. Actuaciones que serán posible gracias el evidente interés que han demostrado el Gobierno canario y las dos universidades públicas del Archipiélago por escribir un nuevo capítulo en la historia del yacimiento de San Marcial del Rubicón, por el que se han interesado también el Ayuntamiento de Yaiza y el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote.

La Dirección General de Patrimonio Cultural financiará los trabajos con 100.000 euros, dinero que ya ha sido transferido a las dos universidades. Cada centro ha recibido 50.000 euros para costear los gastos derivados de las nuevas intervenciones en San Marcial del Rubicón.

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