El juicio por el "asadero" de pardelas que tuvo lugar en Alegranza el 8 de febrero de 2015 ha quedado este miércoles visto para sentencia, después de cuatro horas de vista oral en la que los 19 acusados se han negado a responder a la Fiscalía, a la acusación popular y a la juez y solo han contestado a sus propios abogados. "¿Cazó usted pardelas?, ¿cogió pardelas?, ¿cocinó pardelas?, ¿comió pardelas?", han ido reiterando los letrados a sus clientes, que han respondido que no a todas esas preguntas. Incluso uno ha alegado que en ese momento acababa de ser operado y ha aportado un informe médico para señalar que tenía "prohibido" comer grasas, mientras que el resto ha defendido que lo que comieron fue "tortilla", "embutidos" y, algunos de ellos, "guiso de cabra".

Sin embargo, lo que se encontró aquel día la Guardia Civil en la playa fue primero "olor a ave cocinada" y después una olla con "guiso de pardelas", según confirmó el análisis realizado posteriormente. "No hay ninguna duda de que la muestra era de pardela", ha declarado en el juicio el perito que realizó la analítica. Incluso, los agentes han declarado que así lo confirmó también la persona que encontraron cocinando, Andrés González Curbelo, que fue la primera a la que se dirigieron. "Recuerdo ese gesto como de resignación, compungido. De vergüenza, vamos", ha señalado uno de los agentes, poco después de que el acusado hubiera negado esa confesión. "¿Es cierto que lo reconoció?", le ha preguntado su abogado. "No", ha respondido, entrando así en contradicción con lo declarado por este agente y también por la sargento del Seprona, que fue quien se dirigió a él para preguntarle.

Además, todos los acusados han negado también que les leyeran sus derechos, en contra de lo declarado por los agentes, que aseguran que lo hicieron en cuanto constataron la existencia de un posible delito. De hecho, ésta ha sido otra pregunta reiterada por todos los abogados, que al presentar sus conclusiones finales han pedido la nulidad de todas las pruebas -alegando esa supuesta vulneración de derechos que no habían planteado hasta ahora, ni siquiera al inicio del juicio-, y también han anunciado la impugnación del análisis pericial de la muestra del guiso de pardela, alegando una supuesta "ruptura de la cadena de custodia".

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