La playa de El Reducto se ha quedado sin servicio de vigilancia y salvamento desde el pasado martes, 21 de mayo, último día de contrato de la empresa Pro Activa Serveis Aquatics S.L., a la que el Ayuntamiento de Arrecifeadjudicó en 2015 esas labores por un periodo de dos años. El acuerdo fue prorrogado en otras dos anualidades. Sin embargo, el consistorio no ha sacado a concurso de nuevo esa prestación, por lo que a día de hoy no hay socorristas que velen por la seguridad de los bañistas en la principal playa de la ciudad, a la que acuden no solo residentes en el municipio sino también turistas, sobre todo los cruceristas.

El fin de la actividad ha dejado a El Reducto sin los dos vigilantes diarios que trabajaban en ese litoral en horario de 10.00 a 18.00 horas de lunes a domingo y una hora más, hasta las siete de la tarde, en Semana Santa y los meses de julio, agosto y septiembre, coincidiendo con la temporada de verano.

El consistorio prepara la prórroga del contrato, indicaron ayer fuentes de la institución, aunque el responsable de Pro Activa, José Luis Smoris, indicó que "no es posible la prórroga porque la misma ya se produjo hace dos años y es necesario convocar un nuevo concurso". Añadió que "hasta ahora el ayuntamiento no nos ha dicho tampoco si va a haber una ampliación del contrato finalizado o no. Estamos a expensas de que nos diga algo".

La carencia de vigilancia se produce tan solo dos semanas después de que la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), promotora de la concesión de banderas azules en España, anunciara que renovaba ese galardón a El Reducto, arenal que recuperó ese distintivo medioambiental en 2018 tras 16 años de haberlo perdido.

La falta de vigilantes es uno de los motivos que conllevan la pérdida de la bandera azul al incumplirse uno de los criterios esenciales para que ese símbolo puede seguir ondeando, señalaron la pasada jornada desde la Adeac. De hecho, la bandera debe arriarse de "forma inmediata" en los casos en los que las playas no dispongan de asistencia en socorrismo o sus aguas estén contaminadas, entre otras incidencias. En El Reducto la enseña azul seguía izada ayer.

"La seguridad ante todo"

Francisco Javier Barrios, de vacaciones en la Isla, tomaba este viernes el sol en El Reducto y echó en falta a los socorristas. La caseta de ese personal estaba cerrada a cal y canto. Cree que "la seguridad de los bañistas, ante todo, está por encima de la burocracia".

Oswaldo Figueroa, usuario habitual de El Reducto, dijo que "la seguridad no está de más y máxime cuando a esta playa vienen muchos niños". La socorrista de piscina Giovanna Puebla no se fía "mucho de las playas y menos si no hay vigilancia".

Francesc Verdugo afirmó que "si la gente tiene derecho a bañarse, también tiene derecho a que velen por su seguridad".