La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El pasado insular de Lanzarote | Nuevas investigaciones

Un diente de cabra da un vuelco a la historia de los poblados de los majos

Una datación radiocarbónica C14 de este resto óseo revela que la antigüedad del yacimiento de Las Cucharas es de al menos el siglo VII, coetáneo al de Zonzamas

Una capa de jable de más de 30 centímetros sepulta los restos de los majos. PRORED

Un diente de cabra encontrado junto a las nuevas excavaciones realizadas a pocos metros de la Peña de Las Cucharas, situado en el jable entre el pueblo de Soo y Teguise, podría dar un vuelco a la historia de los majos después de que la datación radicarbónica C14 realizada a este resto óseo determinara que este poblado aborigen estaría activo desde al menos el siglo VII, es decir, que fuera coetáneo al de Zonzamas, considerado hasta ahora como el asentamiento más antiguo de Lanzarote.

La Peña de las Cucharas es considerada uno de los yacimientos más emblemáticos de la isla y representativo de la cultura de El Jable. Los restos del pasado de la isla encontrados en esta excavación, datan desde la época aborigen de los majos fechados, hasta antes de estos nuevos datos, hasta el siglo XIII y hasta su abandono definitivo como lugar de hábitat a finales del siglo XVIII. Una zona que ha sido ocupada a lo largo de la historia por diferentes grupos humanos, majos, moriscos, portugueses y castellanos, y que representa la huella de los diferentes procesos piráticos acaecidos en Lanzarote.

Los nuevos datos abrirán sin lugar a dudas nuevas investigaciones para intentar resolver algunos de los interrogantes de su pasado. Efraim Marrero, codirector de la empresa Prored Sociedad Cooperativa Arqueología, Patrimonio y Sociedad (Prored), encargada de los trabajos de excavación en Las Cucharas-Fiquinineo, destaca que a partir de ahora habrá que determinar qué función tenía el poblado de Las Cucharas en relación a Zonzamas, considerado hasta ahora como el asentamiento más antiguo, es decir, si funcionaban como dos núcleos poblacionales distintos.

Prored, que trabaja en este yacimiento desde el año 2009 por encargo del Cabildo de Lanzarote a raíz de una serie de expolios, decidía en el año 2016 abrir una nueva cata arqueológica justo a escasos metros de La Peña de Las Cucharas, en dirección sureste. "Esta decisión estuvo motivada por los resultados de las prospecciones geofísicas llevadas a cabo en campañas anteriores, en donde los datos obtenidos del subsuelo, gracias a la tomografía y el georadar, nos anunciaban posibles vestigios antiguos de esta parte del poblado enterrado por el jable", destaca Prored.

Estos nuevos suelos, situados bajo una capa de jable de unos 30 centímetros de profundidad, se caracteriza por ser una superficie repleta de materiales asociados a la vida cotidiana de los majos, sin mezcla de materiales procedentes de otras culturas o periodos históricos. Fue ahí donde se seleccionaron una serie de materiales orgánicos, como fragmentos de dientes de cabra, que han sido los que han abierto tras los análisis un nuevo horizonte para el pasado insular.

En las nuevas excavaciones frente a la Peña de Las Cucharas han aparecido nuevas estructuras de piedra de plantas rectangulares, muy bien conservadas, lo que confirmaría la tesis de que este poblado aborigen es mayor de lo que se pensó en un primer momento. En el entorno de esta zona se ha encontrado un fragmento de cerámica punteada, que podría ser también del siglo VII, punzones y una zona de hoguera con cenizas.

Hasta ahora las investigaciones más avanzadas se centran en la denominada Casa Honda de la peña de Las Cucharas que fue usada hasta el periodo de la postconquista y cuyo suelo data, a partir de los análisis realizados a una semilla de cebada encontrada en su interior, del siglo XVI.

Entre las piezas y objetos hallados se encuentran una bala de cañón de los ataques piráticos del siglo XVII; una punta de lanza, hebillas de hierro, monedas portuguesas; una navaja para afilar plumas de escritura, un dedal de bronce con simbología de cruces de malta; un "delicado" colgante pan de oro; conchas y raspadores de la época aborigen y dos quinqués de hierro (o candelabros) fracturados pero en buen estado de conservación, similares estos últimos a los que se han registrado en el poblado de la Cueva Pintada de Gáldar (Gran Canaria).

Compartir el artículo

stats