José Luis Guillén es un enamorado de los productos y la gastronomía de la isla de Lanzarote. A sus 59 años acaba de recibir una de las tres menciones especiales que otorga el Cabildo de Lanzarote con motivo del Día Mundial del Turismo. Un galardón del que se siente orgulloso después de estar detrás de los fogones desde que tenía 17 años cuando empezó como aprendiz de cocina en el hotel Salinas de Costa Teguise, considerado como uno de los mejores establecimientos turísticos de Lanzarote.

Pero a José Luis Guillén, Pepe, como se le conoce en Lanzarote, la fama de buen cocinero le viene de su restaurante Isla Bonita, ubicado en la Avenida del Mar de Costa Teguise cerca de Playa Bastián, que explota desde hace más de treinta años. "Desde que estaba en el Salinas, mi ilusión era montar mi propio restaurante", señala Pepe Guillén. Así que tras formarse en el Salinas, donde logró el cargo de jefe de Partida de Cocina, se lanzó a la aventura ayudado en un primer momento por un amigo suyo.

Varios años después de poner en marcha el restaurante, Pepe continuó su proyecto en solitario. "Esta profesión es de mucho sacrificio y trabajo", reconoce Guillén, que lleva una prótesis en la rodilla de las miles de horas de servicio en su establecimiento. Su hijo Borja es quien lleva ahora las riendas del establecimiento aunque tanto Pepe como su esposa, Rosi Morales, se encargan cada mañana de hacer la compra del restaurante. "Sin el apoyo de mi mujer no hubiese sacado mi negocio adelante", recalca el empresario.

Guillén asegura que el amor por la cocina tradicional de Lanzarote se lo inculcó su madre, "que era una gran cocinera". Así que Pepe, en vez de seguir la tradición de agricultores de su familia natural de Tinajo, decidió encaminar su futuro hacia la restauración.

"Al turista primero hay que venderle bien nuestros platos tradicionales y, después de que los prueban, una gran mayoría quedan encantados", reconoce Pepe. Sin embargo, son los clientes lanzaroteños los que mejor aprecian la cocina canaria. Tal es así que desde hace años se ofrece el mismo día de la semana los platos de la especialidad de la casa: el lunes, caldo de millo; el martes, conejo en salmorejo; el miércoles, sancocho; el jueves, puchero; el viernes, carne de cabra y piñas con papas; y el sábado, caldo de mero y cochinillo negro asado.

Una de las batallas de Pepe es la defensa de los productos de la tierra, una labor que ya fue reconocida por el Ayuntamiento de Teguise y el Patronato de Turismo con la entrega de sendos premios. "Cada día voy a tres pescaderías y a tres carnicerías para comprar los productos frescos", explica Pepe que también ha llegado a un acuerdo con una granja de Tinajo para que le surta de los cochinillos y varios agricultores para las frutas y verduras.

"Cuando empecé con mi restaurante eran pocos los que apostaban por los productos de la tierra. Ahora me enorgullece que mi empeño haya calado y sean ya una gran mayoría los que han seguido mi ejemplo".