Juan Tenería, vasco de 58 años y sin piernas, regresó en la tarde de ayer en ambulancia al garaje en el que vive en Arrecife desde el 8 de agosto del año 2014. Tras recibir el alta y salir del Hospital General de Lanzarote Doctor José Molina Orosa, donde estuvo ingresado desde el pasado 10 de octubre a causa de una neumonía, Juan regresó al que ha sido su hogar durante los últimos cinco años y que tendrá que abandonar mañana.

El dueño del edificio, en el que viven tres familias más, falleció hace unos meses y sus herederos, según Juan, comunicaron a los inquilinos que debían abandonar el garaje y las tres viviendas a medida que se les iba cumpliendo el contrato. Juan, explicó la pasada jornada, firmó "unos documentos" asesorado por una abogada de oficio, que según él, "no me orientó bien" y que le ha llevado a esta situación y a dejar la casa mañana.

A Juan, que lleva 22 años viviendo en Lanzarote, le cortaron las extremidades inferiores en 2013. Cobra una pensión mensual de 392 euros y el alquiler le cuesta 230 euros, con las facturas de agua y luz aparte.

A un día de la posibilidad de quedarse sin techo, la solución de Servicios Sociales del Gobierno de Canarias ni la del Ayuntamiento de Arrecife, administraciones a las que ha solicitado ayuda con el apoyo de la Plataforma por una Vivienda Digna, no se ha hecho efectiva.

Este vecino de Arrecife, divorciado, confía en que finalmente obtenga una respuesta a última hora que evite permanecer en la calle. No tiene a familiares en Lanzarote con los que irse a vivir. "La cosa está aún pendiente, pero parece que algo hay", afirmó Juan esperanzado desde el centro hospitalario mientras esperaba por la ambulancia que lo trasladó hasta su domicilio.

Venta de enseres

El hombre, que ha ido arreglando el garaje en la medida de sus posibilidades, ha tenido que pedir muebles prestados ya que, ante la inminencia de tener que abandonar, los voluntarios de la plataforma le vendieron los enseres que no podría llevarse a su nueva casa. Le guardaron sus herramientas de trabajo. Juan estuvo durante muchos años en el sector de la construcción.

El habitáculo en el que vive estaba prácticamente vacío y desde la plataforma le han ido consiguiendo algunos muebles para poder cubrir estos días, entre ellos una cama en la que pasar su situación de convalecencia tras el alta hospitalaria.

Olga Martínez, Francesca Baldassari y Elsa Betancort, integrantes de la Plataforma por una Vivienda Digna de Lanzarote, se apuraban ayer en poner a punto el garaje para la vuelta de Juan y en insistir hasta última hora para impedir el desahucio.

"La asistenta social del Gobierno de Canarias le dijo que llamara al Ayuntamiento de Arrecife y le dijera que se pongan en contacto desde esa institución con el Ejecutivo para ver qué se puede hacer", comentaron indignadas las activistas después de semanas de lucha y de contacto con las administraciones por el caso de Juan.

"Aunque el Gobierno de Canarias prometió encontrarle una vivieda de protección oficial de cara al desahucio del día 15 de noviembre, a falta de apenas dos días para la fecha [a contar desde ayer], Juan no ha recibido ninguna confirmación oficial, por lo que desconoce si dispondrá de algún techo bajo el que dormir a partir de esa fecha", señalan desde la plataforma.

El colectivo de la vivienda reclama que "las instituciones no abandonen a Juan a su suerte. Hoy es él, mañana puede ser cualquiera. Nuestra obligación como sociedad es ayudar a quienes no pueden valerse por sí mismos. Juan nos necesita, estemos a la altura".