La Fiscalía presentará cargos de homicidio, malos tratos, lesiones, profanación de cadáver y simulación delito contra el marido de Romina Celeste Núñez, la primera víctima de la violencia machista de 2019, según ha anunciado el Ministerio Público al juzgado de Lanzarote que instruye la causa.

La joven paraguaya perdió la vida en la madrugada de Año Nuevo de 2019 en su casa de Costa Teguise (Lanzarote), en unas circunstancias que se desconocen, porque su esposo quemó el cadáver, lo descuartizó, lo arrojó al mar y, días después, acudió a un cuartel de la Guardia Civil a denunciar su desaparición.

El Ministerio Fiscal considera que existen indicios suficientes para acusar a Raúl D.C. de homicidio, por más que hasta ahora este haya mantenido la versión de que se encontró muerta a su mujer al regresar a casa de madrugada tras haber consumido drogas y que se asustó tanto, que decidió hacer desaparecer su cuerpo.

El Juzgado número 1 de Arrecife ha dado por terminada la primera fase de la instrucción de la causa, al dictar un auto en el que dispone que comience a prepararse un futuro juicio ante Jurado, al apreciar la existencia de un delito de su competencia (homicidio).

Esa resolución emplaza a la acusación a concretar los delitos que imputará a Raúl D.C. La Fiscalía le ha confirmado en su respuesta que pedirá que se juzgue al procesado por homicidio -el mismo cargo por el que está en prisión preventiva desde el 16 de enero-, pero también por lo que hizo después con el cuerpo de su esposa y por los malos tratos que Romina presuntamente sufrió meses antes de morir.

La acusación defenderá en el juicio que hay al menos dos episodios en los que Raúl D.C. maltrató a su esposa: el 8 de agosto de 2018 en un hotel de Arrecife, cuando "la golpeó en repetidas ocasiones", y el en torno al 29 de diciembre, día en el que la joven se presentó de madrugada en el Hospital de Lanzarote con lesiones.

Sin embargo, ningún médico llegó a verla, porque Raúl D.C. se presentó en el centro sanitario y se la llevó antes de que eso ocurriera. Cuarenta y ocho horas más, perdió la vida.

La Fiscalía reconoce que no se sabe qué ocurrió exactamente esa madrugada de Año Nuevo en la casa del matrimonio en Costa Teguise, pero sostiene que Raúl D.C. "dio muerte de manera voluntaria a su esposa" y, después, "quemó y desmembró el cuerpo (...), introdujo en bolsas los restos, las metió en el maletero de un vehículo Critroën que había alquilado a tal efecto y los arrojó al mar".

Pasados ocho días, cuando la familia de su mujer preguntaba insistentemente por ella, el procesado se presentó en el cuartel de la Guardia Civil y denunció su desaparición, acción esta última en la que se basa la acusación de denuncia falsa.

El 13 de enero, la Guardia Civil lo detuvo tras interceptar una conversación telefónica en la que contaba a un familiar cómo se había deshecho del cadáver de Romina, cuando hasta ese momento había manifestado que no sabía que le había pasado a su mujer.

Los agentes buscaron durante días su cuerpo por la costa de Lanzarote, sin éxito hasta febrero, cuando se encontró un fragmento de tejido humano que resultó ser un trozo de pulmón con el ADN de la joven paraguaya.