Los piratas invadieron ayer a plena luz del día el carnaval de San Bartolomé. Ataviados con sus mejores galas, bucaneros de todas las edades, de agua dulce y agua salada, siguieron el ritmo de la fiesta que se inició pasadas las doce del mediodía con el pasacalles que salió del Parque Félix Rodríguez de la Fuente y recorrió la calle Rubicón y la Avenida Alcalde Antonio Cabrera Barrera para regresar a Rubicón, continuar por la vía Dolores Ferrer y desembocar de nuevo en el Parque Félix Rodríguez de la Fuente, sede del carnaval familiar de día.

La Afilarmónica Las Revoltosas, de San Bartolomé, encabezó el desfile, seguida la comparsa Los Yaiseros, el AMPA del Colegio Ajei, la batucada Chimbay y las comparsas Sur Caliente, Guaracheros (Puerto del Carmen) y Cumbacheros (Teguise).

El carnaval pirata es la alegoría de este año en San Bartolomé y en la expedición no faltó el barco, el que construyó el AMPA del Colegio Ajei y que surcó los siete mares de la algarabía carnavalera con muchas ganas de diversión viento en popa y a toda vela, a pesar de que en alguna ocasión amenazó con hacer aguas por el fuerte calor, alrededor de los treinta grados centígrados.

A la embarcación no le faltó detalle. Ni siquiera el loro que a modo de vigía en lo alto del palo se quedaba con toda la movida que protagonizaron las mascaritas y los grupos del carnaval. Hasta un tiburón acompañó al barco pirata más carnavalero, pero eso sí, el tesoro permaneció a salvo.

Por encima de todas la cabezas y casi hasta de los árboles, sobresalieron los tres hinchables gigantes con forma de pirata que llamaron la atención no solo de los carnavaleros, sino también del público que presenció el desfile del Martes de Carnaval. Cerca de esos curiosos personajes desfilaron los concejales del grupo de gobierno de San Bartolomé, con el alcalde al frente, el socialista Alexis Tejera.

Hawaianas, payasos, superhéroes, astronautas, una limpiadora que quería barrer los restos de la calima, una familia de Mickey Mouse, princesas y hasta un hada tampoco quisieron perderse la fiesta, con libélulas sobrevolando el ambiente. Desde la calle el epicentro se trasladó hasta la carpa del Parque Félix Rodríguez de la Fuente, donde la batucada y las comparsas hicieron una exhibición antes de la actuación de la Chirimurga del Timple, de Gran Canaria. La orquesta Platino, de Valencia, y el dj local Ángel Pérez, cogieron el relevo.