Cuando el mar y la tierra se convierten en una despensa a pocos kilómetros de los fogones y la calidad de los productos y las elaboraciones elevan la gastronomía a lo más alto, los cinco sentidos conducen al restaurante El Risco, situado en primera línea de playa de Caleta de Famara, en el municipio de Teguise.
El establecimiento, que regentan los socios Pedro Nolla, jefe de sala, y el chef Juan Jesús Perdomo, acaba de ser galardonado como Mejor Restaurante de Canarias 2019 en la novena edición de los premios ¡Qué Bueno! Canarias, que patrocina Heineken. Un galardón que, tal y como reconoció Nolla, ha sido "una sorpresa", toda vez que El Risco fue premiado el pasado año como Mejor Restaurante de Cocina Canaria o Tradicional en los mismos premios y Dunas de Famara, también de los dueños de El Risco, estaba nominado en esta edición en la categoría de Mejor Proyecto de Restauración 2019.
En opinión de Nolla el jurado ha valorado "nuestro buen hacer, nuestra cocina de kilómetro cero y la popularidad entre nuestros clientes. Un poco de todo".
El Risco, que también posee seis sellos Bib Gourmand, distinción que otorga la Guía Michelin por la excelente relación calidad precio de los templos gastronómicos, lleva once años con Nolla y Perdomo al frente.
Las vistas a la playa y el risco de Famara y al Archipiélago Chinijo son espectaculares desde este negocio hostelero, con capacidad para 50 comensales. Incluso, para que ningún cliente se pierda semejante postal mientras degusta las delicias de El Risco, en el interior del local hay una pantalla grande que ofrece en directo imágenes del exterior.
No solo el entorno de El Risco llama la atención. También su interior, de cuya última reforma y decoración se encargó el interiorista Pablo Ramos Baldi respetando su esencia. El local, antes de convertirse en restaurante, fue la vivienda familiar de Carlos Manrique, hermano de César, artista que diseñó la casa y realizó en 1986 el mural que aún se conserva en el salón de grandes ventanales de El Risco junto a serigrafías originales de la serie Fauna Atlántica. En el mural se ve a dos pescadores con el típico gorro graciosero, homenaje a los hombres de la mar de la octava isla que vendían el pescado en la vecina Lanzarote.
Nolla se encarga de realizar las compras a diario a sus proveedores locales, desde las hortalizas y verduras, hasta el pescado que les llega desde La Graciosa y Lanzarote. "Trabajamos con el mismo pescadero desde hace diez años", comentó Nolla.
El lomo de cherne con humus de lentejas y confitura de batata, la caldereta de mero, el crujiente de morena frita, la ropa vieja de pulpo y panceta de cochino negro, el rejo de pulpo con aceite y pimentón y reducción de mojo de cilantro, las gambas de La Santa y el arroz negro con chipirones son algunos de sus platos más demandados. La morena frita es su producto estrella. También se surten de cabrillas, cantareros, samas, samas rockeras, atún y bocinegros, entre otros pescados frescos.
Cabrito, cordero, cochino y chulecas de vaca de Lanzarote son las carnes de la carta, aunque el pescado sigue siendo el rey de la carta.
La clientela que acude a El Risco la integran comensales locales y no residentes. "Incluso tenemos clientes de fuera que vienen expresamente a comer aquí y se van el mismo día", señaló Nolla el pasado viernes.
De Zapatero a Ana Duato
El expresidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero y el modelo Jon Kortajarena, vecinos en la urbanización conocida como Los Noruegos, en la falda del risco de Famara, son dos clientes habituales del restaurante de Nolla y Perdomo. Al igual que la actriz Ana Duato y su hijo, el actor Miguel Bernardeau, pareja de la cantante Aitana, quien también ha visitado El Risco. Las actrices Candela Peña, y Rosa María Sardá son otros de los muchos personajes conocidos que han pasado por El Risco.
El precio medio por persona es de entre 35 y 40 euros. El horario es, de lunes a sábado, de 12.30 a 22.00 horas y los domingos, de 12.30 a 17.00 horas. Es necesario reservar, al menos, con un día de antelación.
