A más de 1.000 kilómetros de la Península y separada de Lanzarote, su territorio más cercano, por un brazo del Atlántico, La Graciosa es la más afortunada de entre Las Afortunadas. La llamada octava isla canaria ha subido hasta el primer puesto: es la única que no cuenta con ningún caso de enfermos por coronavirus. Sus poco más de 700 habitantes cumplen rigurosamente la cuarentena, encerrados en casa y saliendo solo para lo estrictamente necesario. Incluso los supermercados y tiendas de alimentación están prestando servicio a domicilio para sus clientes y vecinos. Confinados en casa ante la amenaza de un virus que no ha llegado a sus costas y que esperan remita pronto para poder volver a disfrutar de este pequeño paraíso.