Las peluquerías de Lanzarote han podido reabrir sus puertas desde el lunes, en la llamada fase 0 de la desescalada, y lo han hecho con múltiples medidas de seguridad e higiene contra el coronavirus.

En Manoli Peluqueros, negocio ubicado en Playa Honda, al cliente se le da una bolsa de plástico para que deposite sus pertenencias nada más entrar, así como unas zapatillas y una capa desechables, además de una mascarilla y guantes.

"En el tocador también tienen desinfectante y kleenex por si tienen que estornudar o lo que sea", explican desde esta peluquería, desde donde trabajan con máscaras de protección y guantes para poder tocar a los clientes.

Más información en La Voz de Lanzarote.