La Graciosa ha vuelto a vivir un nuevo sobresalto que ha obligado a activar el protocolo frente al Covid-19. Las alertas saltaron en la tarde del viernes, cuando un joven de Lanzarote fue a coger el barco de regreso y se detectó que tenía fiebre. En ese momento se le denegó el embarque y acudió al centro de salud de la octava isla, donde se puso en marcha el procoloco, poniendo en aislamiento tanto a este joven como a sus acompañantes.

Más información en La Voz de Lanzarote.