La flota atunera cañera de Lanzarote ha anunciado que la próxima semana, al igual que el resto de los atuneros cañeros de Canarias, se verá obligada a amarrar sus barcos si no se les permite pescar y esta falta de actividad le está ocasionando importantes pérdidas económicas que no pueden asumir.

La cofradía de pescadores San Ginés y Optuna 42 indican que desde el pasado 2 de agosto, a partir de las 0.00 horas, la Secretaría General de Pesca dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación realizó un cierre precautorio de la pesquería de patudo (tuna en Canarias) en aguas del Atlántico para la flota de atuneros cañeros canarios y la flota canaria artesanal, por quedar menos del 10% de la cuota asignada y hasta que se haga un recuento de todas las capturas realizadas para comprobar si se ha alcanzado o no la cuota total, un periodo de espera que creen inasumible.

"Y en caso de quedar cuota aún sin capturar, volver a reabrir la pesquería para consumir lo que quede pendiente, pero consecuencia de dicha resolución, la flota atunera cañera de Lanzarote, al igual que los del resto de atuneros cañeros de Canarias, lleva dos semanas parada sin saber si vamos a poder continuar o no, soportando mientras tanto los gastos del personal, víveres, etc", expresan en un comunicado público

Asimismo, argumentan que han enviado escritos a la Administración solicitando información sin recibir respuesta al respecto, por lo que, apuntan, "nos veremos obligados a amarrar la próxima semana en caso de que no nos permiten seguir pescando".

Recuerdan que este es el tercer año consecutivo que debido al recorte de la cuota asignada, hemos tenido que amarrar antes de tiempo. "Este año solo hemos podido estar faenando cinco meses (de marzo a agosto), teniendo que estar amarrado los otros siete meses del año. No hay empresa que aguante estar más de medio año sin poder trabajar", añaden.

De hecho, avisan que "cuando amarremos, muchos trabajadores no van a tener derecho al subsidio por desempleo o a ayudas. Por ello, el personal se nos irá a buscar trabajo en otros sectores porque nadie aguanta en una empresa que solo trabaje cinco meses al año".

Además, añaden que "eso sin contar que durante el estado de alarma por el Covid-19 nuestra flota no amarró, por ser considerada la pesca como una actividad esencial dentro de la cadena alimentaria, con el riesgos a que no nos comprasen la capturas realizadas y a obtener pérdidas, sufriendo además, las caídas de los precios".

Los afectados denuncian que "todo esto es consecuencia a los recortes sufridos en la cuota asignada a España, en el reparto desigual de la misma entre la distintas flotas pesqueras, beneficiando a la flota cerquera en detrimento de la flota canaria y a que la Administración, en contra de nuestras peticiones, no permitió el reparto de cuota asignada a la flota cañera canaria de forma individual por buque".