Reducción de costes.

Las administraciones públicas de Lanzarote tienen claro que la única forma de afrontar el pago de la deuda de los 40 millones de euros de Inalsa es a través de la reducción progresiva de los costes de producción del agua. El objetivo es destinar el dinero que se ahorre en las plantas desaladoras en el pago a los acreedores.

Obras.

Cabildo y ayuntamientos han cifrado en torno a los 15 millones de euros las inversiones necesarias en Inalsa para que la empresa pueda empezar a dar beneficios. La mejora de la red de distribución del agua de abasto (que ha llegado a perder hasta el 40% de lo que se produce) es una de las medidas más urgentes.