- Este año se cumple el cuarenta aniversario del Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la Unesco. ¿Cuáles son los retos para este nueve siglo?

- Entre el 28 de junio y uno de julio pasados tuvimos una conferencia internacional en Dresde (Alemania) en la que discutimos hacia dónde va el Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la Unesco y abordamos los nuevos retos que se nos plantean. Uno de esos retos es la lucha contra el cambio climático global cuyas consecuencias no se pueden predecir. El mundo siempre está cambiando y yo siempre digo que nada hay más estable que el cambio. La tarea para los seres humanos y nuestros programas es ver cómo nos adaptamos a esos cambios y cómo logramos que la gente viva mejor en los territorios y, de forma particular, en reservas de la biosfera.

- Los ciudadanos que viven en reservas de la biosfera ¿son conscientes del papel que tienen que desempeñar para garantizar la conservación de esos espacios?

- Pienso que sí. Si uno llega al aeropuerto de Lanzarote la primera cosa que ve es un enorme logotipo diseñado por César Manrique para ilustrar la reserva de la biosfera de Lanzarote. Por otro lado, el Cabildo y la gerencia de la reserva hacen acciones para divulgar esa información, el logotipo se ve también por otros lados como en los taxis... Se trata de implementar lo más posible conceptos e ideas de desarrollo sostenible en la comunidad isleña.

- ¿Por qué la población es reacia a que se limite el uso de espacios naturales protegidos?

- Porque hay falta de explicación o se da una mala explicación sobre esa protección y el alcance de la misma. El ser humano es parte integrante del ecosistema, como un árbol, un animal, y así es como hay que ver las reservas de la biosfera.

- Ha citado el cambio climático como uno de los retos a afrontar en los próximos años. ¿Existen otras amenazas?

- Yo no hablaría tanto de amenazas, pues nos estaríamos refiriendo a algo que anda en contra de la comunidad o de la naturaleza, y sí de necesidad de adaptación. En el caso de Lanzarote, por ejemplo, el Cabildo conserva bastante bien la isla y en ese sentido hace un trabajo excelente. Pero volviendo a las necesidades de adaptación, la desalación de agua se hace con energía convencional y hace falta impulsar el uso de energías renovables. Otro tema importante es el ahorro energético, por ejemplo, en los hoteles a través de la reutilización de toallas, el ahorro de agua... Todas esas acciones son pequeños pedacitos de un puzle que hacen la solución entera. Esto va también con la construcción, qué tipo de edificación se hace. El segundo reto, después del cambio climático, es el uso de energías renovables.

- Canarias tiene cuatro islas que han sido declaradas reservas de la biosfera en su totalidad -Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro y La Palma- y otra- Gran Canaria- que tiene una parte de su territorio con esta protección. ¿Qué puede aportar el Archipiélago a la red mundial de estos espacios?

- Canarias ha contribuido mucho con su sabiduría a esa red al estar las islas situadas en un medio casi desértico. El Archipiélago ha sabido cómo manejar los recursos naturales y apostar por nuevos sistemas integrados de usos sostenibles, lo que es muy importante. Este mensaje lo divulgamos en el mundo en distintas publicaciones. Por ejemplo, El Hierro apuesta por ser una isla energéticamente autónoma; en las islas hay prácticas de turismo sostenible; se han elaborado, como en La Palma, modelos de manejo de productos y servicios certificados. Las Islas participan muy activamente en la red mundial de reservas de la biosfera. Una reserva de la biosfera es algo vivo, que se desarrolla según las voluntades políticas y del pueblo y eso es lo más relevante, pues no hay nada que esté en contra de la gente. La ventaja de pertenecer a una red mundial de reservas de la biosfera es poder aprender de otros.

- ¿Hay prácticas que pongan en riesgo las reservas de biosfera canarias?

- No, aunque, como en todos los sitios, hay problemas que se arreglan entre la gerencia de la reserva, en discusión con el Cabildo o el comité MaB de España, que es muy activo a través del Organismo Autónomo de Parques Nacionales del Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino.

- ¿La veintena de hoteles ilegales que hay en Lanzarote daña la imagen de la isla como reserva de la biosfera y sería una razón para perder ese título como afirmó el pasado año el Financial Times?

- No, en absoluto. Ése es uno de los problemas a los que me referí en la pregunta anterior y que debe resolver el Cabildo, pero el mismo no pone en peligro el título de reserva de la biosfera.

- ¿Ha dificultado la crisis económica la conservación de los territorios naturales?

- No, a pesar de los recortes en todos los ámbitos. En España los gobiernos del PP y el PSOE siempre han tomado las figuras de reservas de la biosfera como algo muy importante y lo han integrado en sus leyes nacionales, al igual que las legislaciones autonómicas y las políticas insulares. La figura de la biosfera ha ayudado mucho al desarrollo turístico, como en Canarias, para que las cosas se hagan bien, existan zonas protegidas con usos sostenibles y también para atraer a turistas.

- Usted conoce Lanzarote desde hace más de dos décadas, incluso antes de que la Isla fue declarada reserva de la biosfera en 1993. ¿Cómo valora los cambios que se han experimentado en este tiempo?

- La isla se ha transformado como otras islas. Me acuerdo muy bien cuando se comenzó a elaborar el Plan Insular de Ordenación que está en vigor desde 1991, que limitó las camas turísticas, lo que le ha acarreado problemas al Cabildo. Pienso que la figura de reserva de la biosfera ha salvado mucho a Lanzarote y es la herramienta más útil que ha tenido la Isla en los últimos veinte años junto con el Plan Insular. Si no existiera ese documento, hubiera habido construcciones por todos lados, como ocurre en otros sitios. Si no se concentrasen las urbanizaciones, eso hubiera sido un error enorme. Si los tribunales han parado construcciones ilegales es porque tendrían razones.

- ¿Cuántas reservas de la biosfera hay en el mundo?

- Hay 580 reservas de la biosfera en 114 países. Más de la mitad de los países del mundo tiene territorios con esta distinción.