El albergue de bajo umbral para personas indigentes que ha acondicionado la ONG Calor y Café -cuya responsable es la monja Sor Ana- en un antiguo taller de mecánica de coches en el barrio de Valterra (Arrecife) ha puesto en pie de guerra a vecinos y empresarios de la zona. Han exigido al Ayuntamiento que precinte la instalación por carecer de la licencia municipal para su apertura, a pesar de lo cual ya acogió a sus primeros usuarios el pasado invierno, coincidiendo con las lluvias de los primeros meses del año.

El pasado 25 de marzo, representantes de ciudadanos de Valterra, El Lomo y el Charco de San Ginés presentaron 171 firmas en el consistorio capitalino contra esa instalación, que se encuentra ubicada en la intersección de las calles Ingeniero Paz Pereza y El Tres Amigos.

Además de la falta de permiso, los afectados argumentaron en el escrito que adjuntaron con las rúbricas que "el movimiento de usuarios de dicho albergue genera un impacto social, debido a que el mismo está situado en una zona residencial y de entrada de turistas que llegan en crucero a la capital o que visitan Arrecife porque se encuentran pasando aquí sus vacaciones".

Por otro lado, en el documento se asegura que las dependencias sociales promovidas por Calor y Café "no son lo más adecuado ni conveniente para la reactivación de la economía en el lugar [en auge] con el consiguiente incremento de creación de puestos de empleo". Además, los denunciantes consideran que para la integración y rehabilitación social de los sin techo su "almacenamiento" en un albergue de bajo umbral "no es lo más idóneo".

Los empresarios y vecinos entrevistados ayer por este periódico, los cuales optaron por no revelar sus nombres "por miedo a represalias", afirmaron que la instalación sigue abierta y que "hay gente en su interior entre las nueve de la noche y las siete u ocho de la mañana".

"Protesta infundada"

Sor Ana negó rotundamente que se esté alojando a transeúntes, como sí ocurrió "de forma puntual el pasado invierno por las lluvias". Explicó que presentó en marzo de este año "la solicitud de apertura con todo el papeleo necesario en el Ayuntamiento sin que hasta el momento hayamos obtenido respuesta por parte de las autoridades municipales". Sor Ana indicó que "el albergue tendrá unas normas" y cree que "los que se oponen a este recurso protestan por protestar y lo hacen de forma incongruente, pues no veo que se quejen por el comedor de Cáritas, Lanzarote Acoge y la vivienda [antigua sede del comedor de Calor y Café] donde el Cabildo dispensa metadona a los toxicómanos, inmuebles que están en los alrededores del albergue".

Los vecinos y empresarios denunciantes amenazan con ir al juzgado "si el consistorio no precinta ya el lugar", que tiene capacidad para acoger a alrededor de una quincena de desfavorecidos que carecen de hogar en el que pasar la noche.

El recinto dispone de un área para hombres y otra para mujeres y de, al menos, un par de aseos, según indicó una indigente que ha usado las instalaciones de Valterra.