El Ayuntamiento de San Bartolomé rechaza las mediciones de ruidos y las medidas previstas por Aena dentro del Plan de acción correspondiente al Mapa de ruido del aeropuerto de Lanzarote. “Mantenemos todas y cada una de las convicciones y consideramos que las mediciones no son correctas, que los datos sobre frecuencia de operaciones tampoco lo son y que serán muchos más vecinos y viviendas los afectados por los ruidos sin que se prevean compensaciones claras”, aseguró ayer el alcalde de San Bartolomé por medio de una nota de prensa.

En este momento por la sobrevenida situación de la Covid-19 nos , el ayuntamiento ha decido paralizar el estudio que está en marcha desde febrero sobre el ruido aéreo, “ya que las cifras resultantes por la inoperatividad casi del aeropuerto y su impacto sería mínimo y nada real”.

El gobierno municipal de San bartolomé informa a la población su empeño de poder retomar lo antes posible el estudio, lo que también querrá decir que ha vuelto el tráfico aeroportuario a una normalidad. “Nos gustaría llegar a un acuerdo con Aena, pero si no fuera posible iremos a un contencioso”, se argumenta desde la alcaldía

Más de 55 decibelios

La afección del ruido llega a unas 3.000 viviendas de Playa Honda, es decir, la mitad de la población de la localidad. Esto hizo al Ayuntamiento encargar un estudio técnico a una empresa especializada que concluye que “hay indicios claros y suficientes para afirmar que la delimitación de la servidumbre no se ajusta a los niveles sonoros existentes”. El Mapa estratégico revelaba que en Lanzarote hay 8.500 vecinos que están expuestos a unos niveles de ruido por encima de los 55 decibelios y la mayoría de ellos están en Playa Honda. El Consistorio ha presentado alegaciones como la ampliación de la servidumbre acústica del aeropuerto en Playa Honda;una nueva delimitación de la servidumbre acústica del aeropuerto; la realización de un nuevo estudio de la frecuencia de los vuelos y operaciones; y estudio de trayectorias para aestablecer restricciones a los vuelos nocturnos; y ampliar las insonorizaciones a viviendas muy cercanas y que quedan desprotegidas.