El pasajero que el pasado mes de mayo voló a Lanzarote con Covid-19 fue finalmente sancionado con una multa de 1.500 euros, por una infracción “muy grave” de desobediencia. Eso fue lo que estableció la Subdelegación de Gobierno de Ciudad Real, según la resolución a la que ha tenido acceso ahora La Voz.

Aunque el pasajero era residente en la isla, el expediente sancionador se inició en Ciudad Real, que fue donde había viajado para asistir al funeral de su madre, que falleció por coronavirus. Una vez allí, al haber estado en contacto con un positivo, se le realizó la prueba PCR. Sin embargo, sin esperar al resultado y sin guardar el aislamiento obligado en estos casos, se desplazó primero a Madrid y después, tras coger un vuelo en el aeropuerto de Barajas, a Lanzarote.

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