El acusado de ser el patrón de una patera que colisionó y volcó en Tinajo niega los hechos y asegura que el jefe de la embarcación se fue en una zódiac antes de que ocurriese el accidente en el que perdió la vida uno de los ocupantes. A. B., de 47 años y nacido en Agadir, Marruecos. Sostuvo ayer ante el juez de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas que él no comandaba la patera y que había pagado 800 euros por el viaje a uno de los que figura como testigo protegido en la causa que se sigue en su contra.

La causa es doble, por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros en concurso medial con uno de homicidio imprudente, así como otro de salud pública, debido a que se encontraron dos fardos con 21,70 kilos de hachís cerca de la embarcación, cantidad de droga cuyo valor en el mercado, según la Fiscalía, asciende a los 34.000 euros. 

El bote arribó a la playa de Los Marisqueros en Lanzarote el pasado 8 de mayo de 2019 sobre las 00.40 horas, donde colisionó con las rocas y volcó causando la muerte de uno de los 13 ocupantes. En la patera, en la que también iban cinco menores de edad, se encontraban los tres testigos protegidos de la causa a los que el acusado señala como encargados de dirigir la embarcación. “Si yo fuese el patrón hubiese traído a mi familia”, aseguró el procesado a la vez que indicaba que los únicos que lo sitúan como el jefe estuvieron al frente de la embarcación en todo momento. 

En su relato, resaltó que padecía de diabetes y que se sintió mal a causa de su enfermedad durante los tres días que estuvo navegando en la patera por lo que perdió el conocimiento y despertó en el hospital. Asimismo, reveló que lo último que recuerda es que el patrón se marchó en una zódiac.

La defensa sostiene que la instrucción del caso fue “caótica y la investigación acomodada”

Por su parte, los tres testigos protegidos, que declararon en la fase de instrucción como parte de la prueba preconstituida, no comparecieron en el juicio. Pese a la protesta de la defensa, se aceptó su declaración, en la que manifestaron que habían pagado de 1.000 a 1.300 euros al acusado por el viaje con salida desde Agadir, Marruecos, hasta el Archipiélago. Estos expresaron que solo llevaban su ropa y que el procesado tenía un GPS que se le dañó durante el viaje, además, uno de ellos apuntó que, tras colisionar en las costas lanzaroteñas, el imputado agarró los fardos, “los puso al lado de las rocas y espero a que llegase la policía”. “Yo lo vi fumar hachís que sacaba de las bolsas”, narró otro de los ocupantes.

Cuatro de los cinco menores que también estuvieron a bordo de la embarcación declararon por vídeoconferencia en calidad de testigos de la defensa y expresaron que el patrón tuvo la cara tapada durante la travesía y que se marchó en una zódiac antes de llegar a Lanzarote. “Nos dijo que nos buscáramos la vida y se fue, por lo que todos los adultos ayudaron a llevar la patera a la costa. Tampoco acudió con nosotros al hospital”, reiteró uno de los testigos.

El instructor del caso también compareció y explicó que de los seis testigos, tres pidieron acogerse como protegidos, mientras que a los menores no los entrevistó porque “no es costumbre”. “Tuvimos la suerte de que tres personas se ofrecieron a ser testigos protegidos”, exclamó. 

El investigado asegura que pagó 800 euros por el viaje a uno de los declarantes

El fiscal solicitó 14 años y cinco meses de prisión para el procesado y destacó que existían contradicciones en lo dicho por el acusado y los testigos de la defensa, ya que aseguró que era inverosímil que tres personas fueran los patrones y solo uno se tapase la cara a pesar de que, según el encausado, le pagó a uno de los que tenía el rostro descubierto. De igual forma, señaló que los menores que comparecieron en el juicio “mienten” y que ni siquiera pueden saber si dos de ellos realmente iban en la patera, ya que no se les pudo localizar para citarles y, aún así, ellos acudieron por su cuenta al juzgado. “Los tres declararon lo mismo, uno de ellos dice que pagó 500 euros y eso es muy poco”, reseñó.

La letrada de la defensa Mercedes Nieto indicó que su despacho fue quien investigó el paradero de los Menores Extranjeros no Acompañados (Menas), que viajaron con el encausado en la embarcación cuando sucedieron los hechos. “Nos parece increíble que no los consiguieran para citarlos”, aseveró, a la vez que manifestó que las únicas pruebas son los tres testigos protegidos, ya que “no analizaron el móvil incautado ni el GPS” hallados en el lugar de los hechos. A juicio de la abogada defensora, la instrucción del caso ha sido “caótica y la investigación acomodada por la policía”, por lo que solicitó la libre absolución. De esta manera, el juicio quedó visto para sentencia.