El Ayuntamiento de Yaiza comenzó ayer en Playa Blanca su prueba piloto de tratamiento de endoterapia de baja presión a 300 palmeras del municipio contra la diocalandra frumenti para proteger la especie vegetal canaria y controlar la expansión del dañino escarabajo, conocido popularmente como picudín, una plaga que afecta a casi la mitad del palmeral de Lanzarote. El alcalde de Yaiza, Óscar Noda, explicó que “el tratamiento consiste en inyectar un producto fitosanitario en el tronco de la palmera para acabar con el insecto” que las amenaza.

Los técnicos apuntan que la plaga, de origen asiático, fue detectada por primera vez en las Islas hace ya dos décadas como consecuencia del comercio de plantas exóticas en Canarias. El insecto usa la palmera para su fase reproductiva y va comiendo su interior hasta debilitarla. El insecticida que se aplica no solo no es peligroso para la población, porque no es necesario fumigar, sino que su repartición es mucho más homogénea y por tanto más efectiva que las pulverizaciones normales debido a que es inyectado en el tronco.

“La plaga es muy difícil de erradicar, sobre todo en núcleos urbanos, pero sí que es posible controlarla y por ello adelantamos esta experiencia con la empresa Canariensis Paisajes”, manifestó el concejal de Parques y Jardines, Rubén Arca.