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Iván Páez sufre un confinamiento educativo por su discapacidad

Iván, de 17 años, padece Distrofia Muscular de Duchenne, una enfermedad degenerativa diagnosticada cuando tenía cinco años y que por falta de medios en su centro fue enviado a su domicilio

Iván Páez, en su silla de ruedas, contempla el paisaje del municipio de Haría. LP/DLP

La de Iván Páez es una historia de superación, pero no solo personal y de su madre, Yareli, sino también de una batalla contra la Administración Pública, que con su desidia y promesas para salir del paso, le obliga a un confinamiento educativo y social. Con 17 años y con la Distrofia Muscular de Duchenne que padece desde los cinco, la falta de medios en su centro, el Instituto César Manrique de Arrecife, le recluye en su domicilio sin fecha de salida. Para él no se trata de un estado de alerta ni que vuelva a la normalidad a partir del 9 de mayo, su vacuna es contra el desinterés y la desatención de Educación.

Iván nació en el año 2003 y vive en Arrecife. Cursó la educación primaria en el CEIP Capellanía del Yágabo donde, Yarely Páez, su madre, apunta que "sí que pudieron poner todos los medios para las necesidades que él presentó en su día, que son diferentes a las actuales dado el empeoramiento de su salud". Yarely explica que su hijo padece Distrofia Muscular de Duchenne, "una enfermedad degenerativa". Precisa que "Iván caminaba cuando nació. A los cinco años le diagnosticaron la enfermedad y a los 8 años se quedó en silla de ruedas". Desde sus primeros años ya manifestaba dificultades motoras y "fue finalmente a los cinco años cuando le pusieron nombre a lo que le pasaba, tras una búsqueda con varios especialistas".

 Al acabar sus estudios de primaria fue derivado al IES César Manrique, que es el centro de secundaria habilitada en Arrecife para atención motora preferente. Curso con normalidad el primer curso de la ESO y, dadas las dificultades para el aprendizaje que le fueron detectadas, luego pasó a cursar el Programa de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento (PMAR).

Después de las restricciones por las restricciones por la pandemia de covid-19, Iván comenzó a asistir de nuevo a clases presenciales el pasado lunes día 12 de abril, después de un año de confinamiento por el coronavirus. Acudió a su centro, el IES César Manrique, "totalmente vacunado, con sus notas aprobadas y con muchas ganas de volver a su normalidad pero, tristemente no fue así". De hecho, al día siguiente, 13 de abril, Yarely Páez fue reclamada por la dirección del IES César Manrique para que acudiera al centro a llevarse a su hijo, ante la imposibilidad de poderle atender en las acciones necesarias para acudir a las clases, al carecer de una persona habilitada para ello. Ante esto, impotente, la madre realizó un llamamiento a la desesperada en el popular chat de WhatsApp Momento Ciudadano. De inmediato, la diputada socialista en el Parlamento de Canarias, Lucía Olga Tejera, que también está en el referido grupo de WhatsApp, contactó con ella interesándose por el tema, manifestándole que de inmediato pondría el asunto en conocimiento de la consejera de Educación, la lanzaroteña Manuela Armas.

"La integración de personas discapacitadas que venden es mentira. A los hechos me remito, abandonan a su suerte a un menor que tiene que estudiar como cualquier otro con todos sus derechos a recibir una educación en su centro educativo", asegura Yareli

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El 14 de abril, el inspector de Educación de zona contactó con la madre de Iván para indicarle los pasos previos que debía realizar para darle trámite a la petición formal de dotar al IES César Manrique del personal necesario para atender las necesidades que Iván requiere para poder asistir a clases con normalidad. Para ello, el pasado viernes Yarely acudió con su hijo Iván a su médico de atención primaria para que valorase la situación y reclamara del especialista correspondiente el informe necesario. Pero, además, a la vista del estado de las heridas que sufría Iván, el medico indicó a la madre la oportunidad de que Iván guardara reposo para que curen las heridas. Al efecto una enfermera del Servicio Canario de Salud acude a diario a su domicilio para realizar las curas. En consecuencia, la realidad es que a día de hoy Iván se encuentra en casa, en reposo por indicación médica, a consecuencia de las lesiones que ha sufrido al no haber sido atendido adecuadamente en el centro donde cursa estudios.

 Yarely Páez denuncia que "pretendían que yo saliera de mi trabajo a cambiarle el apósito porque alegan que no entra dentro de sus funciones como auxiliares; que eso es un trabajo de enfermería, con toda la razón del mundo". Y precisa: "Quien tiene que solucionar el problema es Educación o el político que esté por arriba del inspector. Es imprescindible y necesario contar con la presencia de enfermeras en el ámbito educativo y más en estos centros preferentes motóricos". Está indignada y se siente impotente. Considera que bien el centro, bien el inspector o en su caso la autoridad educativa ha hecho dejación de funciones.

 "¡Lucharé, eso lo prometo! Lucharé por él y lo escucharán, tiene que ser escuchado"; exclama desesperada la madre de Iván e insiste: "No es justo. La integración de personas discapacitadas que venden es mentira. A los hechos me remito, abandonan a su suerte a un menor que tiene que estudiar como cualquier otro con todos sus derechos a recibir una educación en su centro educativo, cubriendo sus necesidades sea con una enfermera o con cualquier personal especializado".

"Espero curarme lo más pronto posible"

Ante la imposibilidad de asistir a clases, Iván ha querido justificar su ausencia ante sus profesores y les ha remitido el siguiente correo electrónico:

 "Hola buenos días, soy Iván y me gustaría hacerles saber mi situación, para que tenga conocimiento de ello.

 Lamento deciros, que está semana, de momento, no me podré incorporarme al instituto porque se me ha producido una herida (úlcera por presión) muy importante. Tengo que hacer muchos más descansos. Ahora tengo a una enfermera que viene a mi casa a curarme la úlcera por presión y tengo que estar esta semana de reposo de momento. Me gustaría que me enviaran las cosas de clase al classroom. Intentaré esta semana hacer algunas cosas de las que me manden, si me encuentro un poco mejor. 

 Espero curarme en casa lo más rápido posible e incorporarme cuanto antes y también poder resolver el problema que tengo en el centro, con mis cuidados diarios relacionados con mis apósitos que necesitan cambiarse cuando tengo molestias y dolores. Y esta es la causa del desarrollo de mi úlcera por presión, porque no se está haciendo bien el cuidado de mi atención como de mis necesidades y derechos como alumno discapacitado. Porque en el centro no tienen cuidadores con conocimientos de enfermería que me puedan ayudar a mi problema y a otros/as que tengan alguna discapacidad motórica.  

 Un saludo, nos vemos pronto".


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