La artista madrileña Sonsoles Masià, que ha estrenado el programa de residencias artísticas del hotel Meliá Salinas, recorrió Lanzarote de punta a punta, desde el Charco de los Clicos (El Golfo, en Yaiza) al Caletón Blanco (Haría), pasando por Timanfaya, las Salinas de Janubio o La Santa (Tinajo), con caballete en mano y bocetando con premura diferentes paisajes que encontró en la Isla. Posteriormente, en el taller transcribió a base de pinceladas y texturas todas las materias que componen esas geografías salvajes que capturó mediante rápidos bosquejos.

Masiá aborda una cuestión bastante desconocida para el público –tanto foráneo como local- como son los yacimientos astroarqueológicos que Lanzarote alberga en varias de sus calderas. Santuarios astronómicos y geoglifos prehispánicos –simbolismos, puertas, altares y grabados- que desprenden un magnetismo que se mimetiza con el entorno y que la artista ha querido llevar a la pintura.

El resultado final va más allá de una serie de lienzos, pues la exposición aglutina también todo su proceso de trabajo, incorporando dibujos, pruebas de color o un vídeo documental. Colour Observatorium, que se podrá visitar en el Meliá Salinas hasta finales de agosto, agrupa púrpuras, malvas, turquesas, naranjas, índigos y negroides, una explosión de color con la que Masiá atrapa al espectador y le ofrece su interpretación de Lanzarote.

Sonsoles Masiá (Madrid, 1991) es licenciada en Arquitectura y Bellas Artes por la Universidad Europea de Madrid. Actualmente vive y trabaja en Delft (Holanda) desde donde desarrolla su producción artística. Le interesa, especialmente, la astronomía y los observatorios, hecho que le ha llevado a pintar durante eventos astronómicos como equinoccios, solsticios o lluvias de meteoritos.

En 2021 se traslada a Lanzarote gracias al Programa de Residencias Artísticas del Hotel Meliá Salinas, tras haber mostrado su trabajo en ciudades como Róterdam, La Haya o Delft, y ganar el primer premio de ArtSci Competition Water Youth Network (2019).

Inaugurado en 1977, el Meliá Salinas se erige como un hotel-museo gracias a la exquisita combinación de la arquitectura racionalista de Fernando Higueras y los murales y diseño de jardines de César Manrique. Además, le acompaña una colección de más de treinta obras de autores como Pepe Dámaso, Lucio Muñoz o Dimitri Papagueorguiu. El hotel continúa con la esencia de sus orígenes, respetando tanto sus intervenciones artísticas y arquitectónicas como su conexión con la naturaleza.

Residencias Artísticas supone un reflejo de sus preocupaciones, fieles a la cultura dinámica y a la experiencia que aporta lo local.