El diputado de Nueva Canarias (NC) en el Congreso Pedro Quevedo apeló ayer al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la situación de la prisión de Tahíche en Lanzarote, infradotada de personal y de instalaciones. según expone el diputado nacionalista. Quevedo expuso al responsable ministerial que el centro penitenciario lanzaroteño “no está preparado” para albergar a presos de alta peligrosidad. 

Después de la reunión mantenida por el diputado de NC y el secretario de los nacionalistas progresistas de Arrecife, Armando Santana, con la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) en la Isla ante la presión sufrida por los funcionarios de este centro al carecer de los recursos humanos y materiales necesarios para gestionar el número de reclusos albergados, Pedro Quevedo ha registrado una pregunta para su respuesta por escrito.

La cárcel de Tahíche, tal y como expone, es una prisión antigua que, a pesar de haber sido mejorada con nuevas instalaciones, no está preparada para albergar a presos de alta peligrosidad. 

 Tampoco dispone de funcionarios suficientes para realizar las tareas de control y seguimiento ya que de los 14 que desempeñan sus labores de vigilancia interior, es frecuente que su número se reduzca a 10 por las bajas médicas y los turnos de las vacaciones, según explica Quevedo.

Para NC, la prisión de Lanzarote no está preparada para este tipo de presos. Arquitectónicamente, dispone de siete módulos de vida normal; una enfermería; un módulo de ingresos; y un módulo de aislamiento. Diez módulos que, comparados con los 20 de Las Palmas II, se antojan insuficientes para la presión humana que se ejerce. Una prisión normal mantiene 74 celdas por módulo ocupadas por uno o dos internos. En el caso de la prisión de Lanzarote, lo máximo que tienen son 37 repartidas en dos módulos. 

En los últimos siete años, recuerda el portavoz de los nacionalistas progresistas en la Cámara Baja, han sido derivados presos de alta peligrosidad procedentes, principalmente, de Tenerife y Gran Canaria. En la actualidad, hay unos 20 que han protagonizado diversos altercados, agresiones y acoso al personal, según Nueva Canarias.

Para los nacionalistas progresistas, el Ministerio del Interior debe poner una solución al problema para garantizar la integridad física y psicológica de los trabajadores y presos que conviven en el centro penitenciario de la Isla.

Ante esta situación, Pedro Quevedo le ha preguntado a realiza a Grande-Marlaska que «¿por qué a un interno que no se aclimata a una prisión 1.1, lo derivan a una prisión 2.1 insular?