La madre del niño de 10 años que fue atacado por un rottweiler el pasado viernes en Arrecife ha aclarado que en realidad fueron dos los perros que mordieron a su hijo. Según su relato, uno de ellos iba suelto y fue el primero que agredió al menor. El dueño se acercó entonces corriendo a intentar parar el ataque, pero llevaba atado un segundo rottwiler que también terminó ensañándose con el niño. “Yo creía que me iba a morir", le dijo el pequeño después a su madre, que no puede olvidar esa frase: "Se me quedó grabado". La mujer ya ha presentado este lunes una denuncia ante la Policía Nacional, en la que precisa que ambos perros iban sin bozal, pese a que es obligatorio en este tipo de razas. Junto a la denuncia, también ha aportado el parte de lesiones de su hijo, que presentaba dos heridas en el brazo de dos centímetros cada una y otra en el muslo de 12 centímetros de largo, requiriendo en todas ellas puntos de sutura, así como "varios rasguños en el costado".