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Ricardo Francia Pianista

“El piano es un divertimento con el que me desarrollo y poder compartirlo con los demás es un lujo”

"En mi especialización en el repertorio para cantantes hay tres pilares importantes, los pianistas Miguel Zanetti y Félix Lavilla, que representaban en su época lo mejor de este país en esta disciplina y mi maestra con mayúsculas, la soprano tinerfeña María Orán", afirma el pianista grancanario

Ricardo Francia

El pianista grancanario Ricardo Francia acompaña el día 4 de diciembre a la soprano Cecilia Rodriguez y al tenor Augusto Brito en la gala final de la tercera edición de la Temporada de Zarzuela del Atlántico, impulsadas con el patrocinio del ayuntamiento de Arrecife por Artífex Proart y la Orquesta Sinfónica del Atlántico, que tendrá lugar, a las 20:00 horas, en la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz de Arrecife.

¿La difusión de la zarzuela que realiza desde hace una década ARTÍFEX PROART y la Orquesta Sinfónica del Atlántico a través de la Temporada de Zarzuela del Atlántico qué opinión le merece?

 Todo cuanto se haga en pro de dar visibilidad y dignificar este género es siempre positivo. Es muy interesante llevar a cabo un festival con actividades tan diversas en torno a la zarzuela: llevarla a la calle, a los teatros, a las aulas… darle el sitio que sin duda merece.

¿A qué retos se enfrenta la enseñanza musical en España o cuál es la asignatura pendiente que estamos lejos de aprobar aún en nuestro país?

 Mi labor se centra en la enseñanza del repertorio para cantantes líricos en el grado superior. En este sentido sería interesante su inclusión dentro del marco de los estudios universitarios, pero sin dejar de seguir entendiendo su particular naturaleza, circunstancias y necesidades respecto al resto de disciplinas. Las enseñanzas artísticas en general no encajan en determinados patrones donde se desarrollan otro tipo de estudios superiores.

¿Qué envidia en este aspecto de los países de nuestro entorno más avanzados?

 No es una cuestión de envidia. Se trata de copiar aquellos modelos o detalles puntuales de otros países que puedan ser útiles o que supongan una mejora y mantener los que ya funcionan.

¿Diría que el piano se ha convertido en su vida, o en parte de su vida?

 Para mí es un divertimento y una manera de seguir desarrollándote, formándote y poder compartirlo con los demás es un lujo. Pero cuando no trabajo también tengo una vida y en ella no siempre está presente el piano, ni siquiera la música.

¿Cuáles diría que han sido o siguen siendo sus maestros, músicos o compositores de referencia en el piano?

 Tuve la suerte de estudiar con una pianista maravillosa, una francesa afincada en Gran Canaria, Nicole Postel, que supo sacar lo mejor de mí y también fue ella quien, con una honestidad que la honrará siempre, me dijo en un punto de mi carrera que seguiría a mi lado pero que necesitaba alguien que me llevara más arriba. Contacté, siguiendo su consejo, con Francisco Martínez Ramos, un joven pianista canario recién llegado de Filadelfia, con el que aprendí muchísimo, acabando mi carrera de la mano de ambos. En mi especialización en el repertorio para cantantes hay tres pilares importantes, los pianistas Miguel Zanetti y Félix Lavilla, que representaban en su época lo mejor de este país en esta disciplina y, a pesar de yo no ser cantante, la que considero mi maestra con mayúsculas, pues prácticamente todo lo que sé de la técnica y la interpretación del canto es gracias a ella, la soprano tinerfeña María Orán.

¿Qué recuerda de su primera vocación musical?

 Cuando descubrí la música y comencé a estudiarla oficialmente se abrió un mundo nuevo para mí. Mis padres no dudaron en invertir y poner todo lo que necesitaba a mi alcance, no solo el piano, que ya supuso una inversión importante, también discos, partituras, libros, todo lo que me hacía falta. Jamás tuvo nadie que obligarme a estudiar, a escuchar música o a nada que tuviera que ver con eso, me salía solo, lo hacía con entusiasmo, con placer y desde niño siempre tuve claro que se convertiría en mi profesión de una manera u otra.

¿Qué importancia cree que tienen los concursos en la carrera de un joven intérprete?

 Son una herramienta muy interesante. Suponen una manera de exponerse, de darse a conocer, de medirse con el resto. Esta carrera es competitiva nos guste o no. Hay que saber a qué se va y saber gestionar tanto los éxitos como las derrotas, aprender de cada experiencia y estar atentos pues a veces los premios no son los que están anunciados, nunca sabes quién te está escuchando, a quién le vas a gustar y qué tienen para ofrecerte.

¿Qué importancia otorga a la perfección técnica?

 La técnica es un pilar fundamental, sin ella no funcionan las cosas, pero no es el único. Mi maestra decía: “no hay música sin técnica, ni técnica sin música”. Y es que una buena interpretación musical, un buen fraseo, un buen tratamiento del texto, la expresividad bien gestionada o un buen enfoque estilístico son elementos esenciales para un resultado final óptimo. Una buena técnica sin todo esto de poco sirve, tampoco, al contrario.

¿Podría avanzarnos qué música le seduce o suele escuchar además de la clásica?

 Nunca he tenido un estilo preferido ni un músico favorito, siempre he escuchado de todo con apertura y me quedo con aquello que me emociona o me llega de una manera especial o causa un efecto concreto en mí, sea del estilo que sea. También dentro de la llamada “música clásica” me pasa. Hay músicas que me sirven para un ratito, después me aburren, hay otras que podría escuchar una y otra vez sin cansarme.

¿Con qué repertorio se siente más cómodo Ricardo Francia?

 Con el repertorio lírico en general. Habrá quien no lo entienda, pero gustándome como me gusta el piano, si no hay voz en la música que hago es como si me faltara algo, es como una extensión de mi instrumento. Una vez leí como un colega definía a un repertorista como un pianista que estaba enamorado de la voz, yo no podría haberlo definido mejor pues así es como lo siento. Dentro de esto, siendo la canción de concierto lo más pianístico, me siento muy cómodo acompañando ópera y zarzuela, cuyo acompañamiento es originalmente orquestal pero mi labor es, en un contexto determinado, sustituir a la orquesta intentando mantener su estilo, su lenguaje y, en cierto modo y a pequeña escala, su sonido, así como “arropar” y preparar el terreno para que el cantante se sienta cómodo.

Casa de la Cultura Agustín de la Hoz de Arrecife de Lanzarote

Día 4 de diciembre, a las 20:00 horas

Concierto fin de gala Temporada de Zarzuela del Atlántico

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