Ecologistas en Acción Lanzarote solicita al Cabildo de Lanzarote que ante la celebración de pruebas deportivas en esta isla y en la la de La Graciosa, adopte medidas para «evitar la continua vulneración de la legislación ambiental existente». Su petición no solo se dirige a la institución insular, sino también a los organizadores y público en general.

En un escrito presentado en la corporación insular, el colectivo ambientalista expone que «el deporte está muy relacionado con la naturaleza y no puede desarrollarse ajeno a los daños medioambientales que produce. Precisamente es a través del deporte desde donde se puede concienciar, educar y divulgar sobre el valor y cuidado de la biodiversidad, paisaje y patrimonio y, consecuentemente, ser los primeros en respetar, cuidar y fomentar la sostenibilidad porque los daños y gastos ecológicos en un futuro pueden ser desmesurados e irreparables». Por ello, Ecologistas en Acción considera que «sin más dilación se actúe, debiendo desarrollarse proyectos que respondan a comportamientos exquisitos, a fin de evitar la continua vulneración de la legislación ambiental existente».

En los últimos años, apunta este colectivo, «hemos estado viviendo, en Lanzarote y en La Graciosa, un auge en la celebración de eventos deportivos, recreativos o de aventuras, por tierra, mar o aire, que se vienen desarrollando muchos de ellos en espacios naturales por su belleza, condiciones orográficas, etc… Este auge no solo viene dado por la variedad de eventos organizados, tanto públicos como privados, sino por el incremento considerable de la participación en espacios altamente sensibles como la Geria, el jable, malpaíses, Famara…»

Asimismo, entiende que «es evidente que dichos eventos atraen a un importante número de personas (deportistas, visitantes, acompañantes...) que vienen cautivados, aparte de por las pruebas a desarrollar, por las cualidades paisajísticas y estéticas de estos entornos vulnerables, generando crecimiento económico en la sociedad».

Sin embargo, para Ecologistas en Acción, «no podemos permitir que se desarrollen sin las garantías necesarias para la conservación del medio natural y sin controlar su impacto tal como se recogen en la Ley 42/2007de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, toda vez que esto mismo puede producir un rechazo en la población turística que, en gran medida, demanda cada vez más un destino vacacional que sea respetuoso con el espacio natural y medioambientalmente sostenible».

Para los ecologistas, incluso cuando son muchas las prácticas deportivas o de ocio amables con el medio ambiente (senderismo, vela, carrera, bicicleta, ala delta, windsurf), «si no se tiene en cuenta la época en la que se realizan, la intensidad y el lugar… estas actividades, que despiertan tanta expectación, pueden ocasionar un deterioro irreversible en la Isla. No solo por la práctica en sí, sino por lo que genera la propia organización, ya que suele requerir de habilitación de aparcamientos, instalación de baños públicos, zonas de acceso, puntos de avituallamiento, acumulación de público en zonas sensibles, contenedores de residuos, participación de gran número de personas en los equipos organizativos… por lo que es necesario considerar la presión antrópica ejercida en el medio a fin de mantener la calidad y equilibrio del entorno».

Otra cosa a tener en cuenta es la promoción de las mismas por el propio Cabildo de Lanzarote que parece una invitación a las masas, totalmente contraria a los fines de preservación y cuidado de los espacios protegidos.