Montaña Amarilla, de 172 metros de altura, es uno de los parajes naturales más conocidos y visitados de La Graciosa. En su falta se encuentra la Playa de la Cocina, una de las calas de aguas cristalinas más frecuentadas por los excursionistas en la octava isla.

La belleza del paraíso graciosero contrasta con acciones incívicas de algunos ciudadanos que no dudan en atentar con sus reprochables comportamientos contra el patrimonio natural de la octava isla canaria. Es el caso de un varón que, según se desprende del vídeo que grabó una ciudadana y que acompaña esta información, está haciendo alguna acción que merece ser denunciada. "Aquí hay un gilipollas estropeando el paisaje natural", se escucha en la grabación.

No es la primera vez que Montaña Amarilla sufre un atentado. En agosto del pasado año varios menores realizaron pintadas en las paredes de Montaña Amarilla ante la presencia de adultos que los animaban. Nico, Jaime y Gera son los nombres que se grabaron en la piedra, una huella que difícilmente se borrará.