El campamento de verano inclusivo Superverano 22 se clausuró el miércoles 31 de agosto con una divertida fiesta en las instalaciones del parque acuático Aqualava, en la que se reunieron los participantesde Playa Blanca y Costa Teguise. El objetivo principal de esta iniciativa es que niños y jóvenes con y sin diversidad funcional puedan compartir juegos y vivencias a diario, es decir, que la inclusión sea real y efectiva durante las vacaciones estivales y que sus familias dispongan además de alternativas durante este periodo.

Organizado por la Asociación Social Creciendo con el patrocinio de la Fundación Junguel San Juan y el apoyo de diversas entidades y empresas de la isla, el campamento contó con actividades lúdicas, deportivas y culturales además de excursiones a Rancho Texas, Aqualava y el Aquapark de Costa Teguise. En colectivo destaca "las ilusionantes visitas de los bomberos del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote y policías locales de Teguise y Yaiza y el interesantísimo taller de Lengua de Signos Española ofrecido por Asculsorlanz, la Asociación Cultural de Personas Sordas de Lanzarote, entre otras actividades.

La asociación, que durante todo el año organiza también actividades extraescolares y excursiones inclusivas, además de bingos solidarios y otro tipo de eventos para recaudar fondos y poder seguir ofreciendo o facilitando ayuda y terapias a las familias lanzaroteñas con menores con diversidad funcional, agradece especialmente a la Fundación Junguel San Juan su patrocinio, así como a las familias, voluntariado, empresas privadas y entidades que han colaborado con el desarrollo del campamento.

La coordinadora de la Asociación Social Creciendo, Ligia Molnar, apunta que aún “muchos recursos son los que faltan, pero desde la Asociación no se cejará en ir mejorando apuestas año a año, porque la diversidad funcional necesita de la inclusión, como la sociedad también necesita convivir en la diversidad”.

Además, Molnar reclama que “hay que dejar de mirar a un costado porque todos, asociaciones, familias, empresas e instituciones, debemos poner nuestro granito de arena para que la inclusión sea real y podamos construir juntos una sociedad mejor e igualitaria”. “La inclusión se puede y se debe”, concluye la coordinadora.