Más de 20 años de explotación de jaulas marinas en Playa Quemada con una concesión que finalizó el 2 de agosto de 2021, pero que sigue activa, que empezó con 10 jaulas y que actualmente tiene 53 y que pasó del engorde de atún al cultivo de dorada y lubina, tiene consecuencias nefastas, y el Ayuntamiento de Yaiza ha querido volver a demostrarlo con el tercer informe que encarga y sufraga en los últimos años para que el Gobierno de Canarias adopte, por fin, medidas contundentes que deriven en el cese inmediato de la actividad, es lo que persigue la Institución presidida por Óscar Noda, que tras conocer el resultado del estudio científico encargado a la ONG Innoceana, que entre otras conclusiones advierte sobre “la gran regresión de los sebadales teniendo en cuenta la cartografía histórica y la acumulación de lodo en el fondo marino”, anuncia que “vamos a enviar el estudio a la Viceconsejería de Pesca y a todos los extremos que hagan falta, para ver quién nos va responder y está al lado de los vecinos y vecinas de Playa Quemada, que llevan 20 años sufriendo los estragos de una actividad descontrolada y desproporcionada, y quiénes no”, informa el gabinete municipal de Yaiza.

La Casa de la Cultura de Yaiza acogió este miércoles la presentación del informe explicado por Berta Felipe, ambientóloga del equipo técnico de Innoceana que entre los meses de abril y julio llevó a cabo las distintas fases de la investigación. El estado del sebadal encontrado en la zona se encuentra en estado de regresión, con una gran cobertura de cianobacteria, y esto apunta a que existe exceso de nutrientes en la zona por el pienso con que se alimentan los peces, aparte de los excrementos de los animales, que aceleran el crecimiento de dichos organismos microscópicos, formando auténticas “masas de cianobacteria” que crecen sobre el sebadal.

Sebadales contra el cambio climático

“Los sebadales son una planta marina aliada contra el cambio climático ya que produce oxígeno, captura CO2, es fuente biodiversidad, y también es de interés para la industria pesquera, y asimismo para el turismo, ya que genera aguas cristalinas y limpias y atare a la gente para ver toda la biodiversidad que se puedan encontrar”, explicó Berta Felipe, acompañada en la mesa por el alcalde sureño, la concejala de Medio Ambiente de Yaiza, Águeda Cedrés, y la científica marina de Innoceana Maggie Seida.

Es evidente que el crecimiento rápido del número de jaulas junto al cambio de especies de cría sigue impactando negativamente en Playa Quemada. Óscar Noda fue bastante claro al confirmar el objetivo municipal: “lo que espero es que se nos atienda y que se tomen medidas definitivas porque hay especies protegidas. La protección de nuestro territorio no solo debe ser sobre lo que se ve, sino que también está en el fondo marino”, echando en falta el apoyo a Yaiza por parte de instituciones supramunicipales y distintos colectivos ecologistas y defensores del territorio y el medioambiente.

Las recomendaciones científicas son claras: cese inmediato de la actividad en Playa Quemada y limpieza de fondo marino por parte de la empresa concesionaria para luego esperar la regeneración que dependerá de factores como el movimiento de las corrientes marinas. El estudio encargado por Yaiza recomienda un estudio exhaustivo sobre el estado del sebadal de la zona, otro sobre la calidad de sustrato y aguas circundantes a las jaulas para averiguar la cantidad y naturaleza de los nutrientes que generan el crecimiento de cianobacteria y sugiere también reevaluar el estudio de impacto ambiental existente que se realizó previamente a la colocación de la explotación y el control de la recuperación natural del medio marino.

Filtraciones fecales

Otro de los extremos que aclara el informe es que en ningún caso puede achacarse a supuestas filtraciones de aguas fecales la contaminación del litoral. “Saben que algún representante del Gobierno quiso reírse de nosotros y del pueblo de Playa Quemada diciendo poco más que el fondo no estaba afectado no por las jaulas y sí por la filtraciones de fosas sépticas, pues que sepan que eso es falso”, apostilló el alcalde.

El estudio se dividió en tres fases. Primero el análisis histórico y presente de las condiciones que afectan el fondo marino de Playa Quemada, luego un estudio preliminar de la zona costera incluyendo toma de muestras de aguas y la posible presencia de nutrientes que pueden promover la aparición de algas dañinas para el baño así como parásitos y bacterias, para finalizar con el estudio submarino de las zonas colindantes a las jaulas marinas, toma de muestras de sedimentos y de aguas y el análisis de laboratorio.