En la mañana de este sábado, 26 de noviembre, clubes de buceo y otras embarcaciones paralizaron las labores de extracción de las esculturas del artista británico Jason deCaires, pertenecientes al Museo Submarino del Atlántico, en Lanzarote.

El Cabildo de Lanzarote, a través de los Centros Turísticos, no pudo extraer cuatro de las más de trescientas del citado artista que están en el fondo del mar en aguas de Las Coloradas, próximas al pueblo de Playa Blanca (municipio de Yaiza).

Un barco grúa, procedente de Gran Canaria, no pudo realizar los trabajos contratados por los Centros Turísticos del Cabildo lanzaroteño.

El consejero Delegado del citado organismo insular, Benjamín Perdomo, ha negado que se vaya a desmantelar el museo submarino. Fuentes de los Centros Turísticos han asegurado que se trata de "labores de mantenimiento".

Tras el rumor de que se iba a desmantelar el Museo Submarino, varias embarcaciones acudieron al lugar para evitar lo que ellos consideran un atentado cultural y en perjuicio de la actividad económica que genera esa instalación.

Atropello político

El Ayuntamiento de Yaiza, alertado por los clubes y usuarios del Museo Submarino del Atlántico, único en Europa, y que se ha convertido en una atracción para los miles de aficionados al submarinismo, ha manifestado que se puso este viernes en contacto con el Cabildo para evitar lo que consideran "un atropello político".

Jason deCaires Taylor, artista del museo submarino de Lanzarote

Jason deCaires Taylor, artista del museo submarino de Lanzarote La Provincia

No es la primera vez que la polémica hace acto de presencia ante este tipo de trabajos. En noviembre de 2019, una activista alemana trató de impedir la retirada de las piezas ubicadas en la zona intermareal junto al Castillo de San José (Arrecife) al agarrarse a una de las obras a las que intentó atarse enganchándose a su cuello una de las cintas amarillas con las que los buzos las amarraban para que la grúa las elevara. Sus intentos fueron infructuosos. "Me siento triste y mal por no poder impedir que los caballos se quedaran en el agua. Jason está en Australia pero hoy su corazón está aquí", aseveró tras salir del mar.

"No me gusta lo que están haciendo. Quieren luchar contra el cambio climático y quitan los caballos. Esto significa volver a tiempos pasados y estar en contra del arte", se quejó en su momento Mash Graner.