Preocupación por el riesgo de fuga del hombre que mató y descuartizó a Romina en Lanzarote

Raúl Díaz Cachón se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Tahiche desde el 16 de enero de 2019 tras confesar que quemó en la barbacoa de su casa el cadáver su mujer | En 2021 un juez prorrogó por dos años su estancia en prisión

El próximo 16 de enero se cumplirán cuatro años de la entrada en prisión preventiva de Raúl Díaz Cachón, el hombre que supuestamente mató y descuartizó a su mujer en Lanzarote, la joven uruguaya Romina Celeste Núñez Rodríguez. Raúl está acusado de dar muerte a su esposa en la madrugada de Año Nuevo de 2019 en la vivienda que ambos compartían en el Residencial El Palmeral, en la localidad turística de Costa Teguise.

Raúl está ingresado en el Módulo de Respeto 2 de cárcel de Tahiche a la espera de juicio. Tiene encomendadas labores en la cocina de la prisión.

La abogada de la familia de Romina Celeste y presidenta de la Fundación Zaballos para la Defensa de los Derechos Constitucionales, Emilia Zaballos, ha advertido este martes del riesgo de fuga de Raúl una vez se cumplan los cuatro años que como máximo permite la legislación para una persona en prisión provisional pendiente de juicio.

El 13 de enero de 2021 el Juzgado de Instrucción Nº1 de Arrecife, que llevó a cabo la investigación del caso, celebró la vista oral que decidió la prórroga por dos años de la estancia en prisión de Raúl a petición de la Fiscalía; la acusación popular, ejercida por el Instituto Canario de Igualdad; y Fundación Zaballos, que representa a la familia de Romina Celeste.

Sin embargo, la letrada Zaballos ha criticado hoy “la falta de agilidad y retrasos en la tramitación del procedimiento, que nos ha llevado de una manera escandalosa a que pasen los cuatro años sin que se celebre el juicio”. La letrada ha añadido que “no nos vale la justificación de la pandemia, que fue en el año 2020 y han podido tramitarlo los años después”.

Zaballos agradece al Juzgado de Instrucción Nº1 de Arrecife “la agilidad” en la investigación y “el trabajo impecable y la rapidez de la unidad de homicidios de la Guardia Civil” durante la investigación.

La causa ya sido remitida a la Audiencia Provincial de Las Palmas a la espera de la celebración del juicio. La Fiscalía pide una condena de 20 años y dos meses de prisión para Raúl, acusado de los delitos de maltrato habitual, homicidio, profanación de cadáver y simulación de delito. Un jurado popular juzgará a la pareja de Romina.

“Lo más que nos podemos encontrar mientras llega la fecha de celebración del juicio, es que tenga que ir a firmar todos los días al juzgado Teniendo la costa de Marruecos al lado, imagínate lo que tardará en fugarse”, alerta Zaballos. Considera “una imprudencia y una temeridad que esto pase y demuestra que la Justicia existe, pero el sistema es muy decadente, deja mucho que desear y a la familia no le vale que le digan que la Audiencia tiene una agenda muy complicada. La madre de Romina está destrozada. Asegura que lo único que tiene de su hija es un trocito de pulmón y Raúl se va a marchar”.

Por otro lado, Zaballos avanzó que existe la posibilidad de que se celebre un juicio de conformidad. “El abogado de Raúl ya se ha puesto en contacto con nosotros para tratar de llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía”. Añadió que lleva “dos meses intentando hablar con el fiscal Jesús Lomba y no me ha devuelto la llamada. No he recibido ni un escrito de él aún sabiendo que Raúl va a quedar en libertad. Lo creemos en riesgo inminente de fuga”.

Lomba fue elegido el pasado mes de noviembre fiscal delegado contra la violencia sobre la mujer en la Fiscalía Provincial de las Palmas.

El desarrollo de los hechos

El presunto autor de los hechos señaló durante la investigación que se encontró muerta a su mujer en el baño al regresar a casa en la madrugada del uno de enero de 2019 tras haber consumido drogas y discutir con ella porque le había pedido dinero para traer a su hijo de Paraguay, fruto de una relación anterior.

El investigado reconoció que quemó el cadáver de su esposa en la barbacoa en la terraza de su casa en Costa Teguise y que posteriormente lo arrojó al mar. También admitió que tiró la ropa de Romina Celeste a un contenedor de basura de la zona de Los Lirios, en el pueblo de Tías, pero no pudo ser localizada por los investigadores.

En la fase inicial de la instrucción, la Fiscalía añadió que el acusado "quemó y desmembró el cuerpo de la víctima en el interior de la vivienda, valiéndose para ello además de otras herramientas pendientes de determinar en este punto de la investigación, de una barbacoa".

Después, según el Ministerio Público, Díaz Cachón "introdujo en bolsas los restos del cuerpo de Romina, metió las bolsas en el interior del maletero del vehículo que había alquilado a tal efecto y arrojó al mar el contenido de las bolsas de forma que tan solo apareció el 5 de enero de 2019 un pulmón de la víctima" en la playa de Las Cucharas, en Costa Teguise.

Socorristas de la playa de Las Cucharas dieron aviso a la Guardia Civil del hallazgo en la zona de un resto orgánico que podría ser de Romina Celeste, después de que se enteraran por los medios de comunicación de que su marido había arrojado su cuerpo al mar. La Policía Judicial de la Guardia Civil encontró días después los restos en el contenedor donde los vigilantes los habían tirado pensando que podrían ser de origen animal. Análisis de ADN determinaron que el trozo de pulmón hallado pertenecía a Romina Celeste.

Fue el propio Raúl el que el 8 de enero de 2019 presentó una denuncia en el cuartel de Guardia Civil de Costa Teguise por la desaparición de su mujer "pese a conocer perfectamente que no había existido tal desaparición, sino que él había dado muerte previamente a su pareja sentimental", relata la Fiscalía.

Romina Celeste fue atendida por los servicios sanitarios los días 8 de agosto y 21 de octubre tras haber sido agredida por su marido y el 29 de diciembre de 2019 se presentó en el Servicio de Urgencia del hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote tras haber sufrido otra supuesta paliza. Sin embargo, ningún médico la atendió porque su marido fue a buscarla al centro sanitario y se la llevó antes de que la viera el facultativo. La mujer murió dos días después.