Luz verde al proyecto para renovar la tubería de agua potable entre Lanzarote y La Graciosa

El abastecimiento de agua potable para los residentes de La Graciosa da un nuevo paso adelante tras la aprobación, por parte del Cabildo de Lanzarote, del informe favorable condicionado para la sustitución del tramo marítimo de la red que conecta la isla con Lanzarote. Se trata de una intervención estratégica promovida por la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias, que busca modernizar las infraestructuras hidráulicas del Archipiélago Chinijo y dar garantías de seguridad hídrica a las familias y negocios de La Graciosa, la octava isla del archipiélago canario.

La actual tubería submarina, instalada en 1997, ha superado ya su vida útil y presenta problemas estructurales graves que pueden poner en peligro la continuidad en el suministro de agua. Ante este contexto, la sustitución del actual sistema se ha establecido como prioridad urgente.

El nuevo proyecto contempla instalar una conducción paralela a la existente, de manera que durante los trabajos no se interrumpa el abastecimiento y se minimice tanto el movimiento de tierras como el impacto en el entorno.

Protección ambiental

El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, ha subrayado este miércoles la relevancia de garantizar infraestructuras modernas y seguras, pero siempre respetando los valores naturales y el marco legal que salvaguarda el entorno protegido. “Hemos actuado de manera responsable y rigurosa en defensa del interés general, salvaguardando el patrimonio natural y cumpliendo las exigencias medioambientales”, señaló. El proyecto se ajusta a la normativa vigente, especialmente a los criterios de Red Natura 2000 y el Plan Insular de Ordenación, priorizando la conservación del Parque Natural del Archipiélago Chinijo.

Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Samuel Martín, destacó que este avance representa un paso significativo hacia la equidad territorial y la igualdad de condiciones para los gracioseros. “Las inversiones en obra pública deben ser compatibles con la protección de la biodiversidad y el desarrollo sostenible”, afirmó.

El extraño burbujeo entre Lanzarote y La Graciosa

El responsable del área de aguas, Domingo Cejas, puso en valor la importancia clave de esta infraestructura, que atraviesa el canal de El Río para unir dos islas y ha sido un pilar básico para el bienestar de La Graciosa durante casi 30 años. “Renovar con estándares actuales esta conducción es una obligación para garantizar la seguridad hídrica y evitar futuras incidencias”, recalcó.

Intervención técnica adaptada al entorno del Archipiélago Chinijo

La obra prevé ejecutarse en aproximadamente doce meses, dadas las dificultades logísticas propias de la zona costera del Risco de Famara y la necesidad de contar con acceso marítimo. Para ello, se habilitará un campamento temporal y se recurrirá a embarcaciones especializadas en el transporte de materiales y maquinaria desde los puertos de Órzola (Lanzarote) y Caleta de Sebo (La Graciosa).

El ámbito de la intervención se circunscribe exclusivamente al tramo submarino y a los trayectos terrestres ubicados dentro del dominio público marítimo-terrestre, proporcionando así un enfoque lo menos invasivo posible. Las obras deberán cumplir todos los condicionantes técnicos y ambientales determinados por el Servicio de Medio Ambiente del Cabildo, que considera el proyecto compatible siempre que se respeten los parámetros de protección del enclave.

Compatibilidad con el Plan Insular de Ordenación de Lanzarote

Uno de los aspectos clave señalados por el Cabildo es la plena compatibilidad del proyecto con la normativa insular y estatal. La obra se considera parte del Sistema General Insular, de modo que su trazado por suelo rústico protegido está respaldado por el Plan Insular de Ordenación siempre y cuando se acaten las condiciones y limitaciones ambientales.

Esta actuación proporciona un respiro a los habitantes de La Graciosa, quienes dependen de Lanzarote para su abastecimiento de agua.

La modernización de la red—que ha sido objetivo recurrente de demanda ciudadana—supone una garantía de calidad de vida y desarrollo económico para la isla más joven del archipiélago canario.