El paro azota a los trabajadores canarios, especialmente a los de los barrios obreros de la capital, en los que varios centenares de familias no pueden pagar los alquileres, tras ser despedidos. Esto es lo que argumentan en los barrios de La Vega de San José, El Lasso o Las Torres los inquilinos de las viviendas en régimen de alquiler de la empresa pública Visocan (Viviendas Sociales de Canarias), a la que piden una "mayor sensibilidad" ante la delicada situación económica que atraviesan desde hace meses.

Los vecinos solicitan a la empresa pública, que depende del Gobierno de Canarias, que detenga los desahucios, ya que muchas familias no pueden hacer frente a los costes del alquiler de estas viviendas de protección oficial al haberse quedado uno o más miembros en paro.

"No dejamos de pagar porque queramos, sino porque la situación es crítica. La mayoría de los que vivimos aquí trabajamos en la construcción y nos hemos quedado sin nada", explica Manuel Santiago, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Nueva Plaza Los Granjeros de El Lasso. Santiago cobra actualmente el subsidio de 420 euros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y su mujer gana al mes unos escasos 600 euros. "Hasta ahora hemos pagado religiosamente, pero cuando se me acabe la ayuda no sé qué haremos", lamenta.