"Me encerró en la habitación, me tapó la boca y me violó"

Una de las presuntas víctimas del 'caso del kárate' afirma que fue forzada e intimidada por Fernando Torres Baena

Pedro Guerra

"Yo sólo tenía doce años. Me encerró en su habitación, me tapó la boca y me violó". Abusos sexuales o violación. Ese es el dilema que se oculta tras el relato de otra más de las presuntas víctimas del caso del kárate. La joven tiene 26 años en la actualidad, por lo que hace catorce que ocurrieron los hechos.

Su abogado, Francisco Mazorra Manrique de Lara, sostiene que en este caso el delito no ha prescrito, porque se dan los requisitos de una violación y no de abusos sexuales. El primero prescribe a los quince años y el segundo, que es el que se da en la práctica totalidad de las más de cincuenta víctimas, a los diez. Por ese motivo la calificación que se le de a este caso concreto es de vital importancia.

"Yo no practicaba kárate, pertenecía al grupo de danza del gimnasio", explicó la víctima, una mujer, ante el juez. "Pero un día nos invitaron a la casa de Playa de Vargas. Al poco de llegar, Fernando me encerró en la habitación, me tapó la boca con la mano y me violó", explicó la joven, hoy de 26 años.

La víctima afirma que "al día siguiente me fui de la casa, pero Fernando me amenazó con que si decía algo de lo ocurrido le haría daño a mi hermana". Por aquel entonces, la hermana de la víctima tenía "cinco o seis años" y también estaba apuntada a las clases de danza. Pero el imputado, Fernando Torres Baena, no abusó de la hermana pequeña, según declaró la víctima.

En este caso concreto, la presunta víctima aseguró al juez que los hechos sólo se produjeron en una ocasión, pero nunca denunció nada de lo ocurrido, al igual que la totalidad de las presuntas víctimas. De inmediato se quitó de las clases de danza a las que acudía junto a su hermana menor y no tuvo más relación con gente que perteneciera a la Escuela de Kárate Torres Baena, de la que su dueño, Fernando Torres Baena, y las karatecas María José González Peña e Ivón González Herrera se encuentran en prisión por esta causa.

El abogado de la joven, Francisco Mazorra, sostiene que estamos ante un delito de violación, pues entiende que se dan los requisitos de abuso de superioridad e intimidación que exige el citado tipo penal. De ser así, el delito no estaría prescrito, pues el Código Penal establece penas de entre seis y 12 años por la violación y una prescripción de quince años, según el Artículo 179 del texto legal. Sin embargo, en los abusos sexuales (Art. 182), las penas a imponer serán de cuatro a diez años y la prescripción a los diez.

Por el momento, un total de 55 personas han declarado ante el juzgado haber sufrido abusos sexuales, de los cerca de cien que han denunciado ante la policía, que continúa con la investigación. Diecisiete de las presuntas víctimas son hoy menores.

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