"Cadáver de mujer procedente del Hospital Insular de Gran Canaria con previos ingresos por cuadros de naturaleza no filiada y que según resultados de analíticas hacen sospechar intoxicación por varios tóxicos y medicamentos, a destacar: benzodiazepinas, barbitúricos, morfina, insulina, codeína y talio". "Se trata de una muerte sospechosa de criminalidad de etiología médico legal homicida".

El informe forense practicado a la enfermera presuntamente envenenada por su marido en La Pardilla (Telde), Laura González Aróstegui, detectó la ingesta de cantidades de insulina tan elevadas que es imposible que un cuerpo humano las genere por sí solo, así como de medicamentos que ningún facultativo le había administrado. Además, las analíticas, pendientes de confirmación, detectaron un metal mortífero: el talio.

Se trata de un elemento poco común que antiguamente se utilizaba en la fabricación de matarratas e insecticidas, y que en la actualidad únicamente se puede conseguir en hospitales. Tanto la víctima como su marido, Iván R.A., que fue detenido el pasado martes como sospechoso del envenenamiento de su compañera sentimental, eran enfermeros del Hospital Negrín e Insular respectivamente.

Las conclusiones de la autopsia realizada al cadáver de la mujer, de 34 años de edad, fallecida el pasado domingo recogen que "de la historia clínica aportada por el hospital se desprenden igualmente indicios claros de intoxicación por talio de tipo crónico, así como por otros medicamentos no administrados por facultativos médicos ni respondiendo a ninguna necesidad terapéutica".