Tras los anteriores atraques de sus hermanos mayores, el Queen Mary 2 y el Queen Victoria, el nuevo Queen Elizabeth también ha elegido a Las Palmas de Gran Canaria como puerto de escala en el viaje inaugural de la última obra de arte del lujo flotante de la compañía Cunard.

El Queen Elizabeth llegó ayer a puerto sobre las 7 de la mañana con 1.950 pasajeros a bordo y 1.005 tripulantes. Aunque lejos de las colosales dimensiones del Queen Mary 2, que cuando recaló en la ciudad en 2004 creó un gran revuelo entre la población, el nuevo Queen Elizabeth, con sus 294 metros de eslora y 55 de alto también imponía ayer entre los que paseaban por el Muelle de Santa Catalina o circulaban por la avenida marítima.

Mientras en el Queen Mary 2 destacaban sus más de 70 metros de altura, sus 345 metros de eslora o sus 17 cubiertas de camarotes, el nuevo barco de la Cunard sobresale por el ambiente lujoso y refinado con el que están decoradas sus 12 cubiertas. La recreación casi al detalle de la decoración art déco con la que se construyó el primer Queen Mary en los años 30 es una de sus principales bazas. Para ello, los diseñadores de la Cunard no dudaron en trasladarse hasta California (EE UU), donde está atracado el viejo barco como hotel flotante, y fotografiaron hasta el más mínimo objeto decorativo para recrearlo en éste.

El Queen Elizabeth fue bautizado por la Reina Isabel II hace una semana en la ciudad inglesa de Southampton, de donde partió el viaje inaugural que ha llevado a los cruceristas a Vigo, Lisboa, Cádiz y Las Palmas de Gran Canaria, para seguir en Tenerife, La Palma, Funchal y de nuevo al Reino Unido. En total, un crucero de 14 días por el que los pasajeros han pagado entre 1.400 y 14.000 libras esterlinas (1.600 y 16.000 euros respectivamente) por camarote.

El capitán del Queen Elizabeth, Cristopher Wells, anunció que el buque volverá de nuevo el 7 de noviembre a esta capital en otro crucero aunque luego hará una larga pausa hasta el mes de abril para pasar el invierno en el Caribe.

Wells explicó también porqué este barco, pese a ser la tercera versión del Queen Elizabeth no lleva el 3 tras el nombre. "El Queen Elizabeth original se quemó y hundió en los años 70 en Hong Kong, y el Queen Elizabeth 2 sigue a flote en Dubái, por eso la Cunard decidió bautizar este buque con el nombre original, porque estaba libre", dijo Wells.