El Muelle Deportivo entra en la era de las nuevas tecnologías. La Autoridad Portuaria instala una red de casi siete kilómetros de fibra óptica en la Dársena, una central de seguridad que vigila todo el recinto gracias a 22 cámaras panorámicas de seguridad, un sistema de tarjetas codificadas individualizadas para acceder a los pantalanes y ofrece gratis de momento el acceso a Internet.

El Gran Hermano de la Dársena de Embarcaciones Deportivas del Puerto es ya una realidad. La Autoridad Portuaria ha invertido en los últimos meses casi 400.000 euros para mejorar los sistemas de seguridad y dotar a los usuarios de un moderno sistema de telecomunicaciones. Esta actuación ha permitido dotar a todo el complejo de 22 cámaras de seguridad, que son controladas desde un nuevo punto de seguimiento instalado en la entrada del Muelle, en el que se vigila durante las 24 horas del día todos los movimientos. Esto se suma a la presencia permanente de un coche de seguridad recorriendo el interior y tres o cuatro miembros la Policía Portuaria, según el jefe de Dársenas Deportivas, Jesús Ramírez. Además, desde la central se podrá controlar la matrícula de cada uno de los coches que acceden al interior, y se emitirá una tarjeta codificada individualizada (con el rostro de cada usuario) que permite restringir el acceso a los pantalanes únicamente a los usuarios que pagan el servicio. Tal es así, que al pasar por el sistema de apertura la imagen de la persona queda reflejada en los ordenadores, con lo cual se puede ver si corresponde con ese usuario. Todas las imágenes quedan guardadas, por seguridad.

Para ello, el Puerto ha extendido casi siete kilómetros de fibra óptica, que han servido para tejer una red de infraestructuras de telecomunicaciones que permiten acceder a Internet a través de un sistema wifi (inalámbrico). De momento, este servicio es gratuito para cualquier persona, ya que está en pruebas. Y para ello sólo hace falta pedir en la Autoridad Portuaria la clave de acceso, según Jesús Ramírez, que recalca que el organismo público se ha convertido en un operador habilitado por Telecomunicaciones, aunque al no haberse aprobado aún en el Consejo de Administración las tarifas no se puede cobrar su uso.

Jesús Ramírez insiste en que estos nuevos servicios tratan de potenciar las relaciones con la ciudad.