El acusado alega que "sólo" le dio un empujón tras salir de un bar de la capital grancanaria, la víctima sufre amnesia y los forenses sostienen que las lesiones sufridas no fueron producto de una simple caída accidental. Con esos mimbres sobre el estrado, la fiscal Eva Ríos solicitó ayer nueve años de cárcel por intento de homicidio para Mohamed M. S.

El procesado fue juzgado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas. La Sala estaba casi llena de compatriotas marroquíes que seguían con atención el desenlace del juicio. El acusado admitió que empujó a su amigo, pero negó que le rompiera varios huesos del frontal de la cara tras golpearlo con fuerza. Su abogado pidió la absolución, aunque también interesó las atenuantes de confesión y embriaguez para el caso de que la sentencia sea condenatoria.

El asunto tiene su dificultad, pues los testigos dicen que no vieron nada y la víctima sufrió amnesia temporal tras la agresión, esto es, no se acuerda de nada de lo ocurrido antes y después de la paliza. "¿Considera que quisieron matarle o fue un accidente?", preguntó la defensa. "No lo sé, no lo recuerdo", respondió el afectado.

La declaración de los forenses sí arrojó luz sobre lo sucedido la madrugada del 9 de abril del año pasado. Según los expertos, las fracturas en el macizo frontal son consecuencia de un fuerte puñetazo en la nariz, tras el cual la víctima cayó al suelo y se golpeó la cabeza. El agredido estuvo varios días en coma, a punto de perder la vida debido al hematoma expansivo que comprimía su cerebro. Se despertó con "amnesia peritraumática", sin recordar nada. También sufrió otras fracturas en el lado derecho de su cara. "Nunca pensé en matarlo", afirmó el procesado.

La fiscal, que se apoyó en los forenses, no lo vio así. "No se trata de la simple rotura de un hueso de la nariz. Le golpeó de una forma brutal y por eso cayó al suelo", subrayó Ríos. El acusado era consciente de que podía matar a la víctima por la fuerza del golpe, según la fiscal.