La disminución de la altura en tres plantas del edificio Gran Guanarteme traerá como consecuencia la pérdida para la ciudad de un espacio libre de 1.292 metros cuadrados, que el Ayuntamiento prevé entregarle a la promotora del inmueble como compensación por rebajar los pisos. En todo caso, el Plan General mantiene la edificabilidad prevista (47.000 metros cuadrados), ya que lo que pierde en altura lo podrá construir en el espacio libre que se le cede.

El concejal de Ordenación del Territorio, Néstor Hernández, justificó ayer esta decisión y explicó que se trata de "una solución intermedia entre la sentencia", que anuló en 2010 el estudio de detalle que amparaba la operación urbanística, y las alegaciones que presentaron los vecinos en contra de las alturas. "Al mismo tiempo", añadió, "evitamos que los propietarios nos reclamen indemnizaciones por los derechos adquiridos".

Como se recordará, la operación impulsada por la empresa Martinsa-Fadesa contemplaba la construcción de cuatro edificios de 300 viviendas entre la plaza América y la calle Cayetana Manrique de 13, 10 y nueve plantas de altura. Vecinos de La Minilla fueron a los tribunales y tumbaron la operación, que ahora está pendiente del dictamen del Tribunal Supremo. Tras el cambio efectuado por Urbanismo, se queda un edificio central de diez plantas, otro de diez y dos de siete plantas. Hernández reconoció que la solución establecida choca frontalmente con la filosofía que defiende su departamento, basada en crecer en altura para esponjar más la ciudad con espacios libres. La bajada en altura del Gran Guanarteme es uno de los pocos cambios del último proceso de adaptación del Plan General de Ordenación, del que ayer se informó en comisión. Sólo se han aceptado 44 de las 358 alegaciones presentadas. El gobierno local tiene previsto aprobar la adaptación el próximo día 23.