Instalar paneles aislantes en el parque Santa Catalina, como baraja hacer el Ayuntamiento de la capital grancanaria, no eliminaría por completo el problema del ruido, pero sí ayudaría a paliarlo. Como mucho, estos sistemas antirruido reducirían la escandalera entre un 20% y un 30%, estiman expertos consultados, aunque aclaran que habría que hacer un estudio sobre el terreno para saber con exactitud el resultado de las mamparas absorbentes. La mayoría cree que los paneles tendrían que complementarse con la instalación de cristales aislantes en las viviendas.

El ingeniero acústico Santiago Blázquez considera que "es altamente complicado solucionar el problema" con paneles absorbentes y aislantes. "El aislamiento total", sostiene "es imposible, porque para acabar con el problema habría que hacer un cerramiento total", algo imposible en un espacio libre. "Habría que hacer un estudio y diseño de la solución. Lo que sí se conseguirá es una mejora y hay que valorar si esa mejora vale la pena en relación con el coste, porque la relación entre grado de aislamiento conseguido y precio crece casi exponencialmente".

Juan Carratalá, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) de Las Palmas, señala que el sonido es una de las cosas "más complicadas de controlar. Los paneles son capaces de absorber una parte, pero no todo". En cualquier caso, Carratalá piensa que aislar las casas afectadas por el ruido de las fiestas y actuaciones de Santa Catalina "tendría un coste enorme. Sería inasumible. Colocar paneles absorbentes, disminuiría de una forma razonable el ruido, entre un 20 y un 30%. Por su parte, el arquitecto de la ETSA Francisco Ortega explica que habría que tomar una serie de medidas complementarias, que pasarían por instalar paneles absorbentes y cristales aislantes en las viviendas y otro tipo de barreras acústicas. "Garantizar la solución al ruido es muy difícil y habría que ir viendo los resultados a medida que se aplicaran las medidas", señala.