Jornada de luto y de paraguas la que se espera hoy en Las Palmas de Gran Canaria con el entierro de la Sardina si se cumplen los pronósticos de la Agencia de Meteorología que prevén un 95% de posibilidades de que llueva durante todo el día de hoy sobre la capital.

Si la lluvia lo permite, llévese el paraguas y el chubasquero por si acaso, la Sardina y toda su comitiva fúnebre partirán desde las 19.00 horas de las inmediaciones de la calle Bravo Murillo en dirección a la playa de Las Canteras donde será incinerada y se dará por finalizado el Carnaval 2011 de Mar y Culturas tras 25 días de diversión, lentejuelas, plumas y algún desenfreno.

"Who is dead?", repetía anoche el obispo Gregorio Figueras de la orden de la Iglesia de Piedra Pómez. "La Sardina", gritaban los deudos. "¿Y quién la mató? Momo, Momo y Momo", se contestaba así mismo el improvisado clérigo. De esta guisa comenzó anoche el traslado del fallecido pescado desde la playa de Las Canteras hasta el parque de Santa Catalina en un recorrido que atravesó varias calles del puerto precedida de varios congéneres de la mar salada y un centenar de viudas y deudos, y hasta Fidel Castro, que no paraba de llorar tan desconsolada pérdida.

El obispo Gregorio, subido en un jeep y seguido del arzobispo Paco Santana, la otra media naranja de Piedra Pómez, ofició el velatorio donde no sólo recibió culpas el alcalde Jerónimo Momo Saavedra. "¿Quién mató al Sardino?" "Paulino, Paulino", repetía el público en clara referencia al presidente regional. Una multitud de curiosos entre los que abundaban turistas centroeuropeos y asombrados emigrantes asiáticos fotografiaban el paso de tal peculiar comitiva que no se arrugó pese al frío vendaval que soplaba ayer junto a Las Canteras.

La comitiva realizó varias paradas o estaciones antes de llegar al epicentro carnavalero del Parque. "Este velatorio tienes más estaciones que el tren de Román Rodríguez", rezaba por el megáfono el obispo Gregorio entre las risas de los fieles. "Rebaja el Euribor, señor, rebájalo al 0,2", oraban los fieles. Luego el eclesiástico dio las gracias a todos los santos de la Biblia canaria como a San José Carlos Mauricio, según Gregorio, patrono de los taxistas; San Jerónimo Saavedra, patrón de los armarios; San Román o Rorro, patrón de las locomotoras; o al mártir San José Manuel Soria expulsado del paraíso de San Paulino.

Entre estación y estación y por Ripoche para adelante, la Sardina y su comitiva llegaron hasta el Parque donde unas 2.000 personas la recibieron con aplausos. Una vez allí, el obispo Gregorio dio el último responso a la difunta que pese a su estado de rigidez post mortem no perdía la sonrisa en ningún momento. "Entre todos la mataron y ella sola se murió", dijo Gregorio, "bendice también a Paulino, Señor que quiere crear otro cuerpo, la Potuca, policía turística canaria". A diferencia de otros años la Sardina luce en esta ocasión un llamativo traje plateado para envidia de la australiana Kylie Minogue, acostumbrada a ir sólo ella de plateado sobre el escenario. Nuestra Kylie Sardina fue la reina anoche en el escenario de Santa Catalina donde miles de jóvenes disfrutaron tras el responso de Piedra Pómez de un multitudinario concierto organizado por la cadena SER y que contó con conocidos nombres de la más reciente música pop española.