El Club de Golf paga su deuda por Bandama

La entidad hizo ayer efectivo el canon a la espera de negociar un nuevo precio con la corporación

Miguel M. Guedes LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

El Real Club de Golf de Las Palmas tramitó ayer mismo el pago de los 150.000 euros que adeudaba al Cabildo de Gran Canaria en concepto del canon semestral por el uso del campo de Bandama. Este movimiento se produce con casi cuatro meses de retraso y un día después de avisar la institución insular con rescatar la concesión, como publicó ayer LA PROVINCIA.

Según ha podido saber este periódico, el pago ya se ha efectuado debido a que "no hay ninguna intención de incumplir los compromisos", se asegura en el entorno del club. Eso sí, la entidad insiste -así lo hizo constar por escrito- en la necesidad de rebajar el canon que se abona (307.000 euros al año) por las dificultades de la sociedad para sufragarlo a pesar de que ésas fueron las condiciones con las que en 2006 ganó el concurso público para obtener la concesión del campo de golf de Bandama.

Los rectores del Real Club de Golf recuerdan que cuando se adjudicó aquel concurso no había comenzado la crisis económica, que ha reducido notablemente el número de clientes de la entidad. Además, se alegan problemas de competencia con otros campos de golf que han ido abriendo en la isla de Gran Canaria en los últimos años.

En medios del Cabildo se señaló ayer que, aunque aún no hay constancia de que el pago esté correctamente efectuado, ya que se tramita a través de la empresa de recaudación insular, Valora, ya se daba por hecho que el club iba a pagar "o se arriesgaba al embargo, como cualquier empresa o ciudadano que no cumple con sus obligaciones".

El conflicto entre el Real Club de Golf de Las Palmas y el Cabildo puede tomar un nuevo giro hoy mismo después de un encuentro que prevén mantener varios consejeros insulares, entre ellos el titular de Hacienda, Luis Ibarra, y el de Patrimonio, Julián Navarro, con técnicos de la corporación para analizar posibles soluciones. Entre éstas se encuentra el rescate de la concesión y la convocatoria de otro concurso revisando el canon, u otra fórmula que mantenga al actual concesionario al frente del campo de Bandama. Esta última posibilidad se complica, ya que de variarse la tarifa se correría el riesgo de denuncias judiciales por parte de otras entidades que concursaron en 2006.

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