Auténticas bestias humanas, capaces de arrastrar una guagua de once toneladas como quien tira de una maleta un poco pesada o levantar pedrolos de más de cien kilos y mantenerlos durante segundos sobre sus cabezas, los diez hombres más fuertes del mundo ofrecieron ayer un bárbaro espectáculo en el que la fuerza bruta, la potencia y la resistencia se llevaron la palma. Ganaron el holandés Arno Hams, campeón del mundo del pasado año, y Ervin Katona La Bestia de Serbia, que lidera la clasificación de este año y demostró en todo momento porqué le llaman con ese sobrenombre. Los españoles Juan Carlos Heredia El Porrúo, campeón de España, y Julio Jiménez Zancajo tuvieron que retirarse por lesiones.

La explanada que da a la parte trasera del edificio Miller se llenó de cientos de aficionados que acudieron a una de las pruebas puntuables de la Strongman Champion League, que se celebró por primera vez en Canarias y a la que acudieron, además de los ya citados, los atletas de fuerza Warrick Brant (Australia), Tomi Lotta (Finlandia), Jimmy Laureys (Bélgica), Akos Nagy (Hungría), Alex Curletto (Italia) y Lauri Nami (Estonia).

Heredia se lesionó un biceps durante el levantamiento de una roca de 130 kilos por encima de la cabeza. El preferido del público, que le conoce por sus numerosas intervenciones en programas de televisión y en la película Torrente, Heredia intentó seguir la competición, participando en la prueba de levantamiento de una rueda de tractor de 450 kilos, pero el fuerte dolor en el músculo lesionado le obligó a marcharse, en medio de los fuertes aplausos del público. El Porrúo, que quedó segundo en la prueba del arrastre de la guagua, lamentó tener que abandonar. "Me hubiera gustado ganar en Canarias", sostuvo Heredia, quien reconoció que los kilos que manejan estos forzudos son "impensables para un ser humano", pero se consigue "a fuerza de entrenamiento, de ser grandotes y de tener una buena alimentación. La concentración también es importante".

Lesión

Julio Zancajo se lesionó en un pie cuando levantaba una rueda de 450 kilos. "La guagua pesa mucho", bromeó poco después de superar la prueba. "Las zapatillas no se adherían bien al terreno", lo que le impidió ir tan rápido como sus compañeros. "No encuentro pies de gato del número 48", se quejó. A su juicio, para ser forzudo "lo que hace falta es la fuerza y mucha maña". La prueba más espectacular de la competición de ayer fue sin duda la del arrastre de la guagua turística, a la que se colocó una barra en su parte delantera, para colocar el arnés, que luego se enganchó al petral de los forzudos. Estos desplazaron durante unos metros el vehículo, con el chófer dentro para impedir el bloqueo de la guagua. Todos superaron la prueba, unod con más sufrimiento que otros. Algunos terminaron derrotados por los suelos, pero el campeón del mundo se levantó de un salto después de la proeza.

Sólo tres forzudos fueron capaces de levantar la roca de 135 kilos, Arno Hams, Ervin Katona y Jimmy Laureys. A la roca le siguieron la carga y traslado de barriles de 55 kilos y elevaciones de disco. Y todo ello, bajo un sol sin piedad que rajaba las piedras.