La maquinaria portuaria debe estar en funcionamiento las 24 horas del día. Los operadores de La Luz demandan a las Administraciones que se adapten a la actividad empresarial y que estén en funcionamiento por las tardes y los fines de semana. La vieja reivindicación del Puerto de Las Palmas se ha acentuado en la actualidad, en la que es necesario que las inspecciones fitosanitarias aceleren las descargas de productos frescos para evitar su deterioro, y que servicios como Capitanía Marítima aceleren los trámites que retienen en ocasiones a algunos barcos. De momento, los costes suplementarios frenan estas reivindicaciones, a pesar de que el objetivo es tratar de equipararse al enorme puerto de Rotterdam.

Transitarios, importadores de frutas y verduras, agentes de aduanas, Cámara de Comercio y empresas de distintos ámbitos dentro del Puerto coinciden en que el futuro de La Luz pasa por adaptarse a los nuevos tiempos. Y este paso adelante depende también de que los organismos públicos presten servicio durante toda la jornada, como sucede con los negocios portuarios.

Naviera Armas lograba hace unas semanas que la mercancía perecedera pudiera pasar los controles fitosanitarios a su llegada los domingos de Huelva. De esta forma, la carga de la Península podía estar en algo más de un día disponible en los mercados, y a primera hora del lunes, en Mercalaspalmas.

Rotterdam

La iniciativa apenas duró una semana, para decepción de los empresarios, pese a que la Delegación del Gobierno asegura que el parón se debe a la necesidad de darle soporte legal.

El presidente de los Transitarios, Manuel Herrera, reconoce también la necesidad de que La Luz pueda estar plenamente operativo las 24 horas, si se quiere competir con otros puertos. En este sentido, la imagen de referencia es Rotterdam (Holanda), el más grande del mundo, donde esta enorme zona industrial nunca descansa y donde se puede encontrar todo tipo de servicios a cualquier hora, incluido los bancos. Los operadores recalcan que muchos barcos que pasan cerca de las Islas harían escala si dispusieran de servicios permanentes, con los ingresos económicos que eso supondría.

Sin embargo, empresarios del Puerto insisten en que los principales caballos de batalla siguen siendo, en cuestión de horarios, sobre todo los controles fitosanitarios y Capitanía Marítima, lo que supone que muchos barcos y su mercancía puedan quedar retenidos durante días y semanas por la falta de horarios más flexibles.

El sector ha trasmitido el problema al presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, que está estudiando la demanda. El único problema es el sobrecoste que eso supondría, aunque hay empresas dispuestas a asumirlo.

La presidenta de los agentes de Aduanas, María del Carmen Pérez, añade que Aduanas ha dado grandes pasos para agilizar los trámites, sobre todo informáticos, aunque el problema depende de otros servicios.