El Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Las Palmas ha detenido a cuatro miembros de una familia de Las Palmas de Gran Canaria que mantuvieron ocultos durante nueve años a dos menores, un niño de 12 y una niña de nueve, que nunca fueron inscritos en el Registro Civil y que estaban sin escolarizar. El único rastro que había de la pequeña -no así de su hermano- se remonta a pocos días después de su nacimiento, en 2002, cuando su madre, toxicómana, se la llevó a escondidas del hospital Materno Infantil poco después de dar a luz. Ésta fue acusada de secuestro y condenada a tres años de prisión, pero su hija no había sido localizada hasta ahora. Cuando los agentes la encontraron, descubrieron también al niño, que responde a las iniciales M.C.Q. del que no se conocía su existencia porque tampoco estaba registrado.

El caso fue conocido por la policía a principios de abril de 2002, cuando los medios de comunicación denunciaron la desaparición de un bebé recién nacido en el Materno. Se trataba de L.A.Q., la hija de Macarena A.Q., que ya había tenido otros tres hijos que le habían sido retirados tras ser declarada su situación de desamparo por la Dirección General del Gobierno de Canarias dada la condición de toxicomanía, tanto de la madre como de su pareja y padre de los pequeños, con la consecuente incapacidad para ejercer los cuidados necesarios.

Según el relato policial, Macarena, que sospechaba que también le iban a retirar a su nueva hija, se puso de acuerdo con varios familiares para llevarse a la recién nacida el mismo día de su alumbramiento.

Varias versiones

Según la policía, que maneja varias versiones de aquel incidente, Macarena pudo llevarse al bebé en una maleta, si bien también pudo sacarla por la puerta del Hospital, sin más, sin que nadie se percatara. A partir de la denuncia de su desaparición se iniciaron las investigaciones.

En una entrevista concedida a LA PROVINCIA/DLP en aquel entonces, la propia madre reconocía abiertamente los hechos, diciendo que la menor se encontraba en perfectas condiciones y que no tenía la menor intención de entregarla a las autoridades. La pequeña nunca fue encontrada, hasta ahora.

Al principio la policía averiguó que en la Vega de San José una menor de nueve años no estaba escolarizada ni inscrita en el Registro Civil, lo que originó el inicio de una nueva vía de investigación que desveló el misterio del secuestro de la hija de Macarena. La niña, a la que llamaban por otro nombre, fue localizada en el domicilio de su madre, si bien, hasta fechas recientes, no era éste su lugar de residencia. La investigación dio también con el hermano, que vivía igualmente con familiares.