Cientos de devotos se congregaron ayer en la iglesia de los Dolores y sus aledaños para acompañar a la Virgen en su recorrido anual por diferentes calles de la barriada de Schamann. Con esta multitudinaria procesión, los festejos que durante diez días se han venido celebrando en Ciudad Alta llega a su fin. Se hizo esperar la salida del trono del templo. Los fieles que no pudieron entrar en la iglesia para seguir la misa esperaron desesperados durante hora y media en el pórtico para acompañarla en su itinerario.

Avanzada la jornada, la imagen de la venerada, rodeada de gladiolos blancos, se asomaba a la puerta de la iglesia para hacer el recorrido habitual. La seguía una amplia representación del grupo de gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, encabezada por su alcalde, Juan José Cardona, y seguido de otros ediles de su grupo, como Mari Carmen Hernández Bento, Óscar Mata y Carlos Ester. Se echó en falta a los concejales de la oposición, sobre todo los del PSOE, que el pasado año acudieron en gran número. Algunos vecinos preguntaban por los socialistas del barrio que habitualmente acuden a esta cita, como el vicepresidente del Gobierno canario, José Miguel Pérez, o la ex edila del distrito, Inmaculada Medina. Sí se dejaron ver políticos de Nueva Canarias, como Pedro Quevedo, o de Coalición Canaria, como María del Mar Julios. Al ritmo de la banda de música del Regimiento Canarias 50, la procesión bajó por la calle Cádiz hacia Cuatro Cañones seguida de cerca de un millar de fieles devotos.

Tras recorrer las diferentes calles de la parte baja de Schamann, la Virgen retornó a la iglesia antes de la media noche, siendo despedida con una gran ovación por sus seguidores. El programa del último día de las fiestas de Schamann se inició desde las ocho de la mañana con la diana floreada. Posteriormente, numerosos jóvenes del barrio participaron en la Fiesta del Remojón y en la verbena del Solajero.