"Es fundamental que los comerciantes actuales se adapten a los tiempos y mejoren su oferta con unos mostradores estéticamente más atractivos y otras iniciativas que atraigan no sólo al visitante, sino a los potenciales clientes", señaló Ramos. "Esa falta de adaptación lleva a que muchos clientes pasen de largo de muchos puestos, porque no los ven atractivos". El gerente del Mercado del Puerto hace un llamamiento para que los puesteros se esfuercen por cambiar la cara a la lonja. "Para adaptarnos a los nuevos tiempos hay que cambiar muchas cosas y una de ellas será la ampliación de horarios y no cerrar a las tres o tres y media; habrá que buscar la fórmula de compatibilizarlo pero no se les puede pedir a los futuros restaurantes que cierren al mediodía". Ramos apuesta en un futuro próximo por mantener la mitad del mercado para la venta tradicional y la otra mitad para restaurantes. "Queremos mantener la venta de productos como hasta ahora porque prestamos un servicio a la zona, pero también queremos dignificar la profesión".