El casco antiguo de la capital grancanaria se ha convertido en el guardián de la tradición de los Finaos, una fiesta popular que se celebra la víspera del Día de Todos los Santos y que tiene que hacer frente a la cada vez mayor influencia de Halloween, de origen anglosajón. El pasado lunes por la noche Vegueta demostró que las costumbres canarias no van a ceder tan fácilmente.

La fiesta se concentró en la plaza de Andrés Déniz, el Ratón, detrás de la calle Mendizábal, pero desde lejos ya llegaba el olor a castañas y piñas asadas que se regalaban entre los asistentes. Vestidos elegantemente de típicos canarios, los grupos folclóricos se reunieron en este punto después de recorrer el barrio de Vegueta. La parranda La Vega, Tierra Guanche, Cuerpo de baile Miguel Gil, La Unión, Cono Sur Ahoren, El Valle los Nueve y El Estacato, Cho Jua y Puente Palos pusieron el cante y el baile, a los que se unieron centenares de espontáneos.

Los asistentes, llegados de todas partes de la Isla, celebraban el mantenimiento de las costumbres, frente a la gran influencia que supone, a través de las series y películas, la fiesta de Halloween. Y es que el lunes por las calles de la capital se veía a gente vestida de brujas y magos, sobre todo niños, pero los cantos de folías y malagueñas sonaron mucho más fuerte. Las castañas ganaron una vez más a las calabazas naranjas de Halloween.