La compañía Carnival Cruises sigue confiando en el Puerto de La Luz y de Las Palmas como escala obligada en sus travesías trasatlánticas y ayer hizo su entrada en la bahía capitalina el Carnival Magic, su última adquisición y el buque insignia de la todopoderosa naviera norteamericana.

Inaugurado en mayo pasado, el Carnival Magic pone rumbo al Caribe y a EE UU tras pasar la temporada cubriendo una de las rutas de crucero por el Mediterráneo. Como las cigüeñas, con la llegada del frío el barco toma dirección sur y de camino al cálido Caribe toca Las Palmas de Gran Canaria donde ayer arribó con el cartel de "no hay camarotes". En total, 3.690 pasajeros de los que casi un 85% se animó a bajar del barco para pasear bajo el agradable sol y calor con los que fueron recibidos en esta capital y, sobre todo, por llevar dos días seguidos sin pisar tierra firme.

El Carnival Magic llegó a la Isla, la única del Archipiélago que entra en su ruta, procedente directamente de Málaga, segunda escala de sus cruceros trasatlánticos tras partir del puerto base de Barcelona. En la capital catalana embarcó su pasaje, una comunidad con numerosas nacionalidades pero en la que predominan estadounidenses, británicos, alemanes, australianos y franceses. Aunque todos hablen inglés, el idioma que más se usa entre los 1.360 tripulantes es el italiano ya que Carnival tiene por costumbre enrolar en Italia a la mayoría de sus marinos. De hecho, el capitán del Carnival Magic es el transalpino Giovanni Cutugno, quien recibió ayer a una delegación del Autoridad Portuaria, Cabildo y Ayuntamiento de la capital que agasajaron con varios presentes al veterano marino por ser la de ayer la primera escala del crucero en este puerto.

Tras el acto institucional, el capitán obsequió a las autoridades locales con una visita por el coloso de 306 metros de largo y casi 50 de ancho. En sus nueve plantas de alto se levantan restaurantes, spas, galerías comerciales, casino y un pub de aire anglosajón que elabora su propia cerveza. Pero sin duda, su principal atractivo a primera vista se hallaba en las cubiertas superiores, con cinco jacuzzis y piscinas, una de ellas imitando una playa; una pantalla gigante al aire libre para cine, televisión y conciertos, minigolf y, el más difícil todavía, un enorme parque acuático. Tubos y toboganes de colores se retuercen junto a la chimenea y a más de 50 metros sobre el mar, para arrojar a los bañistas a las piscinas como cualquier parque acuático de tierra firme.

La ruta trasatlántica que ayer tarde emprendió el Carnival Magic hasta Freeport (Bahamas) le llevará finalmente a su puerto base invernal en Galveston (Texas, EE UU), desde donde recorrerá varias rutas por la costa mexicana. Para esta primera travesía trasatlántica los pasajeros han pagado entre 508 y 1.745 euros por un camarote.